Este viernes, el móvil de Veo Noticias se acercó a la casa de la familia Chafer de Santo Tomé, para conocer esta particularidad dentro del ámbito familiar, donde conviven descendencias de edades muy amplias. El fenómeno se da en el encuentro de la tátara abuela y el tátara nieto.
Rosita que pertenece a las primeras generaciones de esta era dentro de la familia explicó: “Yo estoy acostumbrada porque desde la familia de mi padre, que somos una familia numerosa y de vivir mucho. Somos gente de campo. Será por eso que tenemos más tiempo de vida”.
Sobre la pandemia, Rosita reflexionó que el aislamiento y el poco contacto afectivo favorecen el malestar: “Muy difícil porque el encierro no hace bien, yo estoy sola, vivo sola. Si quiero me cocino, si no, no. Me mandan pedido. Nunca salí de mi casa”.
Su edad en los registros, no coincide con la real y contó a Veo Noticias, el porqué de esta situación: “Me anotaron mal al nacer. Mi madre vino de España con mi abuela, yo soy española”. Luego continuó su relato haciendo un reproche a su padre: “Tuve la desgracia que mi mamá murió en el parto, mi papá fue y me robó para que no me crie mi abuela, ojalá me hubiera criado mi abuela”.
Una de las nietas de Rosita también explicó el fenómeno de las generaciones simultaneas: “Hemos tenido hijos jóvenes todos. No se si lo imaginábamos, pero lo deseábamos. Ella (Rosita) es la matriarca de la familia”.


