El 13 de junio de 2018 abrió sus puertas oficialmente la Escuela de Trabajo de Coronel Dorrego. Ubicada en Larrea al 1700, además de un edificio donde se dictaban talleres y cursos gratuitos para jóvenes y adultos del barrio, anexaba una cancha de fútbol de césped sintético y con iluminación. El moderno predio -cercado y con medidas de seguridad- era también administrado por el Municipio, y entre sus propósitos estaba el de ofrecer un lugar para la práctica a Las Cachorras -el equipo de fútbol femenino del lugar- y también para ser disfrutado gratuitamente por chicos y grandes, siempre bajo la organización por turnos por parte de los encargados del lugar.
Apenas dos años después, la Escuela de Trabajo fue vandalizada, permanece cerrada y sin cronograma de funcionamiento, y la cancha de fútbol 5 -en plena pandemia, y cuando la actividad está prohibida- fue tomada para la organización de torneos por sumas de dinero.
Preocupación
“Esa cancha se construyó pensando en Las Cachorras, el equipo de fútbol femenino de Coronel Dorrego, que necesitaba un lugar para entrenar, pero era disfrutada por todo el barrio mediante un sistema de turnos. Grandes, adolescentes y chicos podían utilizar las instalaciones, siempre bajo la administración municipal”, recordaron los concejales Carlos Pereira e Inés Larriera.
Durante la pandemia el alambrado perimetral fue vandalizado, y un grupo empezó a utilizar el lugar -sin ningún control ni presencia de la Municipalidad-, y organiza desde hace varias semanas torneos de fútbol por dinero. “Es inadmisible que el Municipio pierda el control del espacio público, que debe poder ser disfrutado por todos, y no apropiado por un grupo para organizar torneos por dinero. Además, esta situación se da en un momento en que está prohibida la práctica del fútbol en el marco de la pandemia por COVID. Y de hecho los propietarios y trabajadores de canchas de fútbol 5 están reclamando que, con protocolos, puedan reabrirse estos espacios. Es decir, por un lado tenemos al Municipio prohibiendo la práctica del fútbol, y por otro, haciendo la vista gorda con lo que ocurre en una de sus propias canchas donde se juntan hasta más de 100 personas”, apuntaron los ediles de la UCR en Juntos por el Cambio.
Finalmente, manifestaron la preocupación “porque en entornos donde hay muchos problemas de seguridad, con la denuncia de vecinos de que existen grupos delictivos ligados al narcotráfico, el espacio público y la inversión del Estado termina totalmente desnaturalizada. Corremos el riesgo de que grupos delictivos se apropien de lugares que en su momento fueron abiertos para aportar no solo contención social y educativa, sino también para ayudar a aportar seguridad. El retiro del Municipio en el control de los bienes públicos lo único que hace es ir por el camino contrario y facilitar el accionar de estas bandas delictivas”, concluyeron.