La escandalosa investigación sobre una red de juego clandestino y extorsiones que puso bajo la lupa la conducta de dos fiscales rosarinos tuvo ayer a la tarde su primera baja oficial cuando el gobernador Omar Perotti aceptó la renuncia que horas antes había presentado Patricio Serjal a su cargo como titular de la Fiscalía Regional 2 con sede en Rosario. Pero no sólo eso. En el mismo decreto en el cual aceptó la renuncia del cuestionado funcionario del Ministerio Público de la Acusación (MPA) el mandatario santafesino dispuso que quede desvinculado de todo cargo que pueda asumir en el Poder Judicial.
La decisión de Perotti podría darle un cierre a la carrera judicial de Serjal, más allá de que anoche había algunas voces que sostenían que esa facultad compete a la Legislatura. Sin embargo el decreto del gobernador alega que los hechos de corrupción que se le endilgan le impedirá ocupar cualquier otro cargo en el Poder Judicial. Esta desafectación, por otra parte, pone a Serjal en condiciones de ser imputado en un proceso penal como cualquier ciudadano, ya que no tendrá más los fueros que poseía en virtud de su cargo.
En cuanto a la otra pata judicial detectada en la red, esta tarde será imputado el todavía fiscal —al menos al cierre de esta edición— Gustavo Alcides Ponce Asahad y su empleado Nelson Ugolini. Acusado por un empresario de juego de haberle exigido altas sumas de dinero desde al menos dos años para brindarle protección judicial, el hasta ahora titular de la Oficina de Allanamientos de la Fiscalía Regional Rosario será acusado por los fiscales Gisela Paolicelli y Matías Edery de los delitos de exacciones ilegales, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Respecto de este fiscal, también esta tarde la auditora general del MPA, María Cecilia Vranicich, irá a la comisión de Acuerdos de la Legislatura a trasladar el trámite de procedimiento disciplinario de Ponce Asahad, dado que por la sanción que le cabría por su conducta ella debe inhibirse. La comisión de Acuerdos debe resolver si dictamina o no a una suspensión preventiva de Ponce Asahad lo que, si ocurriera, debe ser resuelto por ambas cámaras en sesión conjunta por mayoría simple.
Respuestas
La suerte de Serjal comenzó a cambiar el viernes cuando el empresario de juego Leonardo Peiti, al ser imputado de integrar una red que combinaba la actividad de casinos clandestinos con extorsiones, lo involucró junto con Ponce Asahad de haberle pedido desde 2018 una cantidad regular de dinero —en el orden de los cuatro o cinco mil dólares mensuales— para brindarle protección e información que le permitiera seguir con sus actividades ilegales.
La mención del fiscal regional en esta causa no fue la primera que puso en duda su integridad para el cargo, teniendo en cuenta que en noviembre Serjal fue denunciado tras haber comprado dos vehículos al dueño de una concesionaria al que días antes favoreció con el cierre de una causa en la que estaba acusado de vaciar una empresa.
Pero cercado por cada vez más políticos e incluso sus subordinados en el MPA rosarino que pedían su apartamiento, el sábado le adelantó al fiscal general de la provincial Jorge Baclini su renuncia como fiscal regional, la cual se conoció las últimas horas del domingo. "Soy ajeno a las cuestiones que se han ventilado y me he puesto a disposición de los investigadores para lo que los mismos requieran. Quiero dejar en claro que jamás he realizado actos que no se hayan ajustado a derecho durante mi función, hago referencia a mi actuación, desconociendo el modo en que san obrado otras personas y no siendo quién para juzgarlas", expuso Serjal en la carta mediante la cual renunció a su cargo en la regional, pero no como fiscal de grado.