Lanziani será reemplazado por Darío Martínez, legislador del PJ y actual presidente de la Comisión de Energía de la cámara Baja, indicaron fuentes oficiales. Además, la Secretaría de Energía pasará a depender del Ministerio de Economía, que dirige Martín Guzmán. Tendrá su oficina en el Palacio de Hacienda, pero “pasará gran parte del tiempo en el sur”, dijeron las fuentes.
Desde la cartera que conduce Kulfas indicaron que Martínez “tiene muy buena relación con Alberto Fernández y todos los otros sectores que componen el Frente de Todos”.
La salida del funcionario misionero ya se venía gestando desde hacía tiempo, aunque nunca fuera confirmado el mal vínculo con Kulfas. Lo cierto es que casi no ocupó su despacho y llegó al final de la gestión con una oficina en Nucleoeléctrica, la empresa que opera las centrales nucleares en el país.
Si bien fue uno de los primeros colaboradores del presidente Alberto Fernández durante la campaña presidencial, tuvo muy poco apoyo en el gabinete desde el comienzo de la gestión. Quien ha tenido en estos meses mayor protagonismo en la secretaría de Energía es el subsecretario de Hidrocarburos, Juan José Carbajales.
Las diferencias internas y el malestar con Lanziani comenzaron a percibirse desde el primer día de la gestión. De hecho, sufrió en poco menos de un mes -en enero- dos renuncias dentro de la estructura de Energía. Primero fue Maximiliano Galli, quien se desempeñaba como subsecretario Administrativo de Energía, y a los diez días quedó afuera Federico Martelli, un joven dirigente kirchnerista que fue precandidato a intendente de La Plata, fundador del Movimiento de Unidad Popular (MUP) y quien ocupaba el cargo de jefe de Gabinete del misionero. “Ojalá puedan superarse diferencias personales y enfrentamientos”, había dicho Galli tras su salida, en un breve mensaje a sus allegados.
“Lanziani nunca hizo nada. No conocía a nadie del sector; no se reunía con nadie. Y Martínez quiere ser gobernador de Neuquén, es del Instituto Patria, un dirigente duro del kirchnerismo que tampoco conoce el sector”, dijo un analista del sector energético, al agregar que “se trata de una designación política para desbancar al Movimiento Popular Neuquino (MPN)”.
De hecho, el designado secretario de Energía fue candidato a vicegobernador en marzo de 2019 por Unidad Ciudadana, el partido que Cristina Fernández formó antes de Juntos por el Cambio. Finalmente, triunfó Omar Gutiérrez, del MPN.
En el sector advierten que la situación del sector del petróleo y gas es muy negativa, afectada más aún por las medidas de aislamiento, que generó una contracción fuerte en la demanda de combustibles. “Está toda la cadena destrozada; las empresas muy endeudadas, con un nivel mínimo de inversión. Eso puede generar que el año próximo el país tenga que importar, en un contexto de escasez de divisas”, dijo el analista consultado.
El flamante funcionario tendrá una ardua tarea hacia adelante: definir aumentos de tarifas y de combustibles, así como también estímulos para la producción de hidrocarburos, entre otros temas. Según afirmaron fuentes del Palacio de Hacienda, la secretaría pasará a depender del ministro Guzmán porque “el sector energético es clave para configurar una macroeconomía sana y sustentable”.
Fuente: Infobae