Por Santiago Chemes
Hace poco menos de una semana, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dio a conocer un informe en el que se detalla cómo en Venezuela se llevan adelante violaciones a los Derechos Humanos que incluyen detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos. Según esta investigación, tan solo en lo que va del año ya murieron 2000 personas como resultado de los operativos de seguridad llevados adelante por el gobierno de Maduro.
No es una novedad que el kirchnerismo y el gobierno chavista sean afines ideológicamente. Solo hace falta recordar que en 2013 Cristina Kirchner le otorgó a Maduro la Orden del Libertador San Martín, máximo galardón que el Estado argentino puede otorgar a un mandatario extranjero.
Lo que sí resulta llamativo es que se haya rechazado un informe detallado de cómo se avasallan los Derechos Humanos de los venezolanos y se cometan crímenes de lesa humanidad.
Carlos Raimundi, con su presentación de ayer ante la OEA, no solo relativizó las denuncias del documento presentado por Michelle Bachelet al afirmar que “hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones a los derechos humanos en determinados países” sino que justificó el accionar del gobierno venezolano cuando dijo que “Venezuela ha sufrido un fuerte asedio de intervencionismo”.
Con estas palabras, Argentina se alineó directamente con la posición del gobierno de Maduro que hace unos días presentó su propio informe titulado “La verdad de Venezuela contra la infamia, datos y testimonios de un país bajo asedio”. En dicho documento se denuncia una campaña en su contra.
Expresamos nuestra preocupación e indignación ante las declaraciones de Carlos Raimundi, Embajador de Argentina en la OEA, no solo por la notoria falta de conocimiento sobre la situación en Venezuela, sino también por la relativización de las violaciones flagrantes a los DD.HH. pic.twitter.com/FhHsWMow5H
— Elisa Trotta Gamus (@EliTrotta) September 30, 2020
Como corolario, Raimundi propuso tener en cuenta las dos campanas. Similar a la denostada Teoría de los Dos Demonios, el representante argentino ante la OEA sostuvo que en Venezuela “hay que ver ambas caras de la medalla”.
Cabe destacar que la semana que viene habrá una audiencia en la que los países deberán formalizar sus posiciones ante la ONU. Argentina está a tiempo de revertir su posición y reafirmar su compromiso con los Derechos Humanos.
Por el momento nadie, ni del oficialismo ni de las organizaciones que dicen defender los Derechos Humanos, alzó la voz contra la postura expresada por Raimundi. Más bien hubo silencio. Y ya se sabe que el calla, otorga.
El informe presentado por la ONU