Días atrás, el Papa Francisco respaldó las uniones civiles entre personas del mismo sexo por primera vez como Sumo Pontífice mientras era entrevistado para el largometraje documental “Francesco”, que se estrenó en el Festival de Cine de Roma.
El sociólogo y especialista en temas religiosos Fortunato Mallimaci conversó con Osvaldo Medina y Guillermo Tepper sobre el tema en el programa Par de Ases y sostuvo que "se ve a un Papa Francisco que declara que todas las personas homosexuales tienen derecho a formar una familia y que sus hijos tienen derecho a ser aceptados en la sociedad. Siempre para ver a un Papa hay que ver a sus antecesores, en este caso, tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI; el primero que dijo que la homosexualidad era una enfermedad y el segundo que era una desviación. Hay un cambio entre los papas, hay una mirada más abierta y misericordiosa por parte de Francisco. De todas maneras, no hay que olvidar que está en contra del matrimonio igualitario, es el derecho a que las personas gays, lesbianas, trans, tienen de formar una familia y él dice que todo hijo e hija de dios tiene ese derecho".
El investigador del Conicet, afirmó que son "temas que él saca y muestra pero, por ejemplo, hoy en la página del Vaticano hablan de que sale la película pero hablan de todo menos de ese tema. Es una manera que tiene Francisco de presentar el tema, aunque no es una declaración oficial que él haga, es una palabra que produce temas dispares. Lo hace para una película rusa, donde la homosexualidad está prohibida, él sabe que en la campaña electoral de Estados Unidos este tema se está discutiendo porque Trump piensa lo contrario, dice apoyándose en grupos católicos, lo mismo que Bolsonaro. Él sabe que no es sólo un tema religioso no sólo político, como lo saben todos los papas".
Sobre los efectos que podrían tener las declaraciones en el caso de que las parejas del mismo sexo pudiera acceder a los sacramentos, indicó que "la lógica de la institución es universalista, todas las personas son hijas e hijos de dios, lo que sucede es que cuando son delincuentes, por ejemplo, o inmigrantes, eso causa miedo o amenazas para mucha gente del mundo cristiano. Entonces hay una manera de presentarse que busca ampliar el mundo católico y salir del encierro, y desde ahí ofrecer al mundo una mirada más abierta en momentos de incertidumbre".