El Ministerio de Economía anunció este lunes dos medidas que apuntan a consolidar el rumbo fiscal y financiero hasta fin de año: no pedirá adelantos del Banco Central al Tesoro y renovará la totalidad de vencimientos de capital e intereses con el objetivo de obtener financiamiento neto del mercado por hasta un 10%.
Ambas medidas se alinean en el plan diseñado por el equipo económico liderado por el ministro Martín Guzmán que plantea la necesidad de una agresiva desmonetización de la economía para bajar la brecha del dólar y generar certeza en los mercados durante los próximos meses.
"Durante los meses de noviembre y diciembre no se solicitarán asistencias del Banco Central al Tesoro en forma de Adelantos Transitorios, tras las cancelaciones efectuadas en los últimos días", informó el Palacio de Hacienda en un comunicado emitido a primera hora de esta mañana, previo a la apertura de los mercados.
La cancelación anticipada de la semana pasada
La semana pasada el Tesoro Nacional efectuó una cancelación anticipada de Adelantos Transitorios por $100.000 millones, que se sumaron a los $26.000 millones que se cancelaron durante el mes de octubre.
Esta devolución fue posible tras recaudar $254.671 millones en la licitación de cinco títulos, que incluyó un bono linkeado al dólar mayorista por el equivalente a US$ 1.660 millones, casi un 70% por arriba de la oferta inicial de US$ 900 millones.
Más allá de esta exitosa colocación, que derivó en una sostenida baja del dólar ilegal durante la semana pasada, el equipo económico sabe que el capítulo fiscal no se podrá sostener si no se avanza en el frente financiero.
La renovación de los vencimientos
Por eso, simultáneamente a cerrar el grifo entre el Tesoro y el Banco Central, el ministro Guzmán apunta a "renovar la totalidad de los vencimientos de capital e intereses y obtener financiamiento neto de mercado por hasta un 10% respecto al total de vencimientos de dicho período".
"Cualquier incremento de financiamiento neto que supere ese umbral será destinado a reducir adicionalmente el nivel de asistencia del Banco Central. Esta adecuación de las políticas presupuestarias, que supone continuar protegiendo a los sectores de la sociedad que permanecen en estado de vulnerabilidad, permite avanzar en la agenda de normalización del financiamiento del sector público", señala el comunicado de Economía.
De este modo, se contribuye a crear un "puente de previsibilidad entre la ejecución presupuestaria del corriente año y el presupuesto 2021, que contempla una considerable reducción de las necesidades de financiamiento y del crédito del Banco Central al Gobierno".
Esta corrección de los desbalances fiscal y financiero pretende dejar atrás los "severos impactos de la pandemia", que se manifestaron en la" contracción de los ingresos públicos y en urgentes e ineludibles necesidades de gastos".
Frente a la imposibilidad de acceder al financiamiento a través del mercado de capitales, el mayor déficit fiscal significó un aumento de los requerimientos de asistencia financiera por parte del Banco Central.
"Las autoridades se mantuvieron conscientes de la necesidad de encarar, cuando fuera posible, acciones de corrección de esos desbalances, que iniciaran un sendero sostenido de consolidación y aliviaran la presión sobre la política monetaria", indicaron en el Palacio de Hacienda.
En la misma dirección, se fueron ejecutando acciones para afirmar y desarrollar mecanismos de financiamiento en el mercado local.
"La paulatina y aún incipiente recuperación de la actividad económica ha repercutido positivamente en la recaudación impositiva, mientras que el financiamiento en el mercado interno ha permitido renovar vencimientos y captar recursos netos. Se han creado así las condiciones para poder establecer con mayor certidumbre el sendero fiscal hacia el final del año", concluye el comunicado del Ministerio de Economía.
Fuente: Télam