Cultos y misas fueron realizadas este Domingo de Resurrección, tras la autorización de abrir iglesias y templos dada por Kassio Nunes Marques, uno de los once magistrados de Tribunal Supremo. Esto luego de que Brasil reportara varios récords de contagios y decesos en las últimas semanas.
El juez Nunes consideró que la prohibición iba en contra del derecho a la libertad religiosa y que se trataba de un servicio “esencial” en “momentos tan difíciles” como el que atraviesa Brasil en la pandemia. Además, recalcó que la Semana Santa “representa un momento de singular importancia para la celebración de sus creencias”.
Las ceremonias religiosas habían sido prohibidas por varios gobernadores y alcaldes para intentar frenar la expansión del coronavirus, la cual va dejando alrededor de 330.000 muertos y está apunto de alcanzar los 13 millones de infectados.
Frente a la decisión del magistrado, quien fue indicado en la plaza del Supremo por el presidente Jair Bolsonaro, el alcalde de Belo Horizonte, Alexandre Kalil, señaló que ellos mantendría la restricción a las misas presenciales.
“En Belo Horizonte, acompañamos el pleno del Supremo Tribunal Federal. Lo que vale es el decreto del alcalde. Están prohibidos los cultos y misas presenciales”, declaró Kalil a través de sus redes sociales.
La razón es que la resolución de Nunes difiere de la decisión tomada por la máxima corte del país, la cual estableció que gobernadores y alcaldes tenían independencia para adoptar medidas que apunten a contener la COVID-19.
“¿(Seguimos) la decisión del plenario (del Supremo), que determinó que los municipios tienen prerrogativa de establecer la apertura o cierre de las actividades en sus territorios, o esa cautelar?”, cuestionó Jonas Donizette, presidente del Frente Nacional de Alcaldes, quien no tiene claro a qué resolución obedecer.
Varios estados de Brasil habían impuesto diversas restricciones para evitar el aumento de contagios como el cierre de servicios no esenciales. Sin embargo, estos han sido criticados por Bolsonaro, quien llama a los ciudadanos a volver a la normalidad para recuperar la economía, pese a la grave situación a causa de la pandemia.
Fuente: La República