Los resultados de los peritajes criminalísticos que fueron ordenados por el fiscal del Ministerio Público de la Acusación (MPA) Carlos Zoppegni para llegar al esclarecimiento del asesinato del gerente de la fábrica de quesos 22 de Marzo en Eustolia, Héctor Cornalis de 56 años, revelaron dos cuestiones trascendentes: primero que a Cornalis lo mataron a golpes en la parte superior del cuerpo y lo abandonaron en la parte trasera de su automóvil (no usaron armas de fuego ni armas blancas) y que hallaron una enorme cantidad de dinero en efectivo en el baúl del auto, que por alguna razón aún desconocida, los tres delincuentes no se la llevaron. Casi no existe duda que alguien sabía que el gerente llegaría a la fábrica con una importante cantidad de dinero, y tampoco se duda que los delincuentes sabían esa información. Porqué lo mataron a Cornalis, es el interrogante en el que cabe la posibilidad que hubiera reconocido a de sus asesinos. Se viven horas decisivas para llegar al esclarecimiento definitivo de esta causa conmocionante.
El fiscal del Ministerio Público de la Acusación Carlos Zopegni confirmó que el cadáver hallado tenía golpes en diversas partes del cuerpo que fueron realizados con objetos contundentes hasta terminar con su vida, siendo aún materia de investigación, si los agresores que terminaron con su vida fueron todos juntos en la aplicación de un castigo brutal, admitiendo el pedido de nuevas medidas periciales para llegar a la certeza, y descartando que fuera asesinado con disparos de arma de fuego. Respecto del arma calibre 22 que fue secuestrada en la entrada de la fábrica, pertenecía a Cornalis.
A su turno, con respecto al hallazgo de una importante suma de dinero en efectivo en el baúl del automóvil de Cornalis, donde además lo asesinaron, y con relación a porque los ladrones no se lo llevaron, admitió la existencia de numerosas hipótesis que fueron y son analizadas sobre la marcha del trabajo investigativo en una labor articulada con los pesquisas de la Agencia de Investigación Criminal AIC y también con el área Científica de la misma dependencia.
El fiscal de la causa admitió que respecto del avance investigativo de esta causa existen certezas, y fueron estudiadas todas las relaciones de tiempo y de espacio desde el mismo momento en el que se produjo la privación ilegítima de la libertad en la puerta de la fábrica, el arma secuestrada, el funcionamiento de las cámaras de videovigilancia, el registro de las imágenes, y todos los extremos de distancia y de rutas y derroteros que siguieron los delincuentes hasta el punto de hallazgo del cadáver en el asiento trasero del automóvil en la zona rural de Colonia Cello.
Como en toda investigación, y a solo 48 horas del suceso, restan trabajos por realizar, aunque la articulación general de la tarea investigativa y los extremos más sobresalientes del caso, están ubicados con una correspondencia lógica, hay situaciones que no pudieron ser explicitadas convenientemente: porque los ladrones abandonaron el auto con el cadáver de la víctima y con el dinero en el baúl, o bien no lo pudieron abrir, o bien, un hecho externo aún desconocido puso en fuga a los asesinos. Resta también saber si el asesinato fue la consecuencia de que uno de los delincuentes fue reconocido por el gerente Cornalis (criminis causae). Aunque a esta altura, la llegada del gerente con el dinero a la fábrica, fue un hecho conocido por otras personas, y es una materia investigada.
Son decenas de personas de la fiscalía del Ministerio Público de la Acusación que conduce el fiscal Zoppegni como los pesquisas de investigación en el terreno como los agentes del área Científica, éstas últimas dos dependencias de la Agencia de Investigación Criminal AIC de la Policía de Santa Fe, que están trabajando las 24 horas para llegar al esclarecimiento. La complejidad del caso y la extrema violencia demostrada en el asesinato, demuestran que el trabajo de los perfiladores policiales respecto de los asesinos, los ubicó en el contexto general respecto del suceso. Se aproximan horas decisivas en este caso.
