Padres de alumnos de la Escuela de Estimulación Temprana N°2090 rechazan el cierre y la separación de la institución a otros edificios debido al desalojo del que fueron notificados la semana pasada. La escuela tiene 33 años sin edificio propio y funciona en un espacio cedido por el Hospital de Niños que fue reclamado para poder armar salas para pacientes Covid.
A través de un comunicado, los padres explican que "nuestros niños y nuestras niñas con discapacidad se encuentran a merced de un estado ausente que no brinda las condiciones edilicias para sustentar las clases. Sin un edificio propio es muy difícil poder sostener los procesos de pertenencia y establecer rutinas y/o hábitos que tan importantes son para potenciar el aprendizaje de nuestro/as niño/as".
La escuela de estimulación temprana donde se acompaña a niños y niñas con discapacidad desde sus primeros días hasta que ingresan a la etapa escolar; esta institución se encarga de acompañar procesos de aprendizaje, apoyar a niños y niñas para una integración plena y brindar contención a diversas familias de la ciudad; trabajan de forma interdisciplinaria y se abocan a la subjetividad de cada niño/a con discapacidad que llega.
Además se encargan de dar un acompañamiento psicosocial y amoroso a familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad y que a su vez se enfrentan a la dura tarea de tener un hijo o hija con discapacidad.
Carolina Risso Patrón, mamá de una alumna de la institución, explicó que "estamos muy preocupados, que lleven a los chicos a diferentes lugares es muy complicados porque hay muchas mamás que los llevan caminando, hay chicos de bajos recursos que es el único lugar que tienen para hacer las estimulaciones, tiene la fonoaudióloga, tiene psicóloga. Algunas mamás tiene obra social y pueden hacer terapias complementarias pero hay chicos que no, tienen todo ahí y la contención que tenían era espectacular".