La muerte de Lara Arreguiz, una joven santafesina de 22 años que se contagió de coronavirus, fue el triste desenlace de una travesía que debieron afrontar sus padres, quienes la trasladaron de un hospital a otro en busca de alguna cama disponible en medio del colapso sanitario por la segunda ola de covid-19.
Su fallecimiento reflejó la crítica situación que atraviesan todos los efectores de salud, tanto públicos como privados, que no dan abasto y no cuentan con los recursos necesarios para atender a todos los pacientes que llegan en un estado de salud delicado producto del covid-19.
El padre de la joven, Alejandro Arreguiz, relató al sitio Infomercury lo que tuvieron que pasar para conseguir una cama en la que internar a su hija, que comenzó con una tos leve que se agravó rápidamente.
"Lara era insulino dependiente. Vivía sola en Esperanza, en un depto que le alquilamos para que curse sus estudios en la Facultad de Veterinaria", dijo el padre de la joven a ese medio.
Según relató, su hija comenzó con síntomas el jueves 13 de mayo por la noche, cuando sintió frío y comenzó con una tos que perduró con el correr de las horas. Al día siguiente, Lara le pidió a su madre que la fuera a buscar para llevarla de vuelta a la capital provincial.
Una vez en su casa de Santa Fe, su madre le dio pufs y nebulizaciones que no lograron controlar la tos. Fue en ese momento que sus padres decidieron llevarla a un hospital público, concretamente al Protomédico Manuel Rodríguez.
La triste noticia generó gran pesar entre sus amigos y compañeros, que compartieron mensajes de despedida en las redes sociales.
Fuente: Rosario 3