Alrededor de las dos de la mañana hubo una persecución policial sobre la ruta provincial 14, y dos oficiales de la comisaría de Soldini lo hicieron respecto de desconocidos que viajaban en un automóvil Honda modelo Civic con chapa patente GVW 764, hasta que finalmente fueron hasta Cabín 9°, donde fueron recapturados dos de los evadidos, identificados como: Sergio Cañete y Joel Rojas, que lo hacían en compañía de una mujer, que resistieron a balazos su aprehensión, y finalmente fueron doblegados y aprehendidos por la Policía.
También fue encontrado un segundo vehículo, en este caso, un Peugeot 3008, usado en el primer tramo de la fuga organizada por la delincuencia a fuerza de balazos para rescatar a los 8 presos.
Histórico
En la provincia de Santa Fe, es la primera vez, que un ataque comando de delincuentes organizados llegan hasta una unidad penitenciaria, en este caso la Unidad 11° de Piñero, que es la cárcel modelo que tiene el servicio penitenciario santafesino, y mediante un operativo perfectamente diseñado -antes de llegar tiraron clavos miguelitos en la ruta que ocasionaron el vuelco de un camión, y tuvieron por objeto pinchar las cubiertas de los patrulleros policiales, en caso de ser descubiertos y perseguidos- dispararon balazos sobre el personal del servicio penitenciario que estaban de guardia en la garitas -los gariteros- del perímetro que rodea a la unidad carcelaria.
La maniobra de disparar con armas de guerra -pistolas calibre 9 milímetros y probablemente fusiles FAL (fusil automático liviano) calibre 7,62, y en ambos casos son armas de guerra, tuvo por objeto mantener ocupados a los guardias, mientras simultáneamente, otros delincuentes fueron hasta al tejido perimetral y lo cortan con una amoladora con batería.
En el mientras tanto, varios presos que estaban en los pabellones, y que sabían perfectamente la ocurrencia del suceso, y en un sincronizado apresto y articulación con lo que estaba ocurriendo afuera, lograron escapar de los pabellones y llegar al primer perímetro interno. Acá, en este punto, los oficiales y suboficiales penitenciarios que estuvieron de guardia en el sector, deberán explicar con suficiencia cómo fue que los internos lograron salir de ese espacio. Por ahora, no se entiende, sin la vista gorda de los funcionarios del Estado.
La fuga
Una vez que los presos llegaron al tejido, se encontraron con el alambre cortado en forma vertical por más de dos metros. El único trabajo que realizaron los presos que se escaparon, inicialmente fueron 15 o 16, según una primera estimación, es correr y llegar hasta el tejido, abrirlo, seguir corriendo y escapar. Afuera, el grupo de delincuentes que llegaron entre tres y cuatro autos, los estaban esperando, y así fue como lograron escaparse. En el medio de todo la refriega a tiros, un hombre no identificado resultó muerto, y no hay más precisiones sobre el particular hasta la mañana de este lunes.
Alerta al 911 rosarino
Pero, un guardia del Servicio Penitenciario, que percibió lo que estaba ocurriendo en el mismo momento que tuvo lugar la refriega a balazos y la fuga, tuvo los reflejos intactos y con su teléfono celular alcanzó a llamar a la central de emergencias 911, y pedir apoyo urgente a la Policía. Entonces, desde las Jefaturas de la Unidad Regional II Rosario y de la Agencia de investigación Criminal AIC, ambas de la policía santafesina, articularon dos operativos simultáneos y sumaron a los agentes de la Policía de Seguridad Vial PSV.
Balazos y detenidos
Por un lado todos los oficiales y suboficiales en patrulleros que estaban un radio de 20 kilómetros de la cárcel de Piñero convergieron hacia la unidad carcelaria con comunicación con la central de emergencias 911, desde donde se manejaba el operativo, y por otro, fueron cerradas rutas nacionales, provinciales y caminos rurales y vecinales. Ese trabajo policial fue el que permitiío la recaptura de dos de los ocho fugados y una mujer cómplice de ambos, previo resistirse a tiros: Sergio Cañete y Joel Rojas, otra vez están tras las rejas.
La cárcel modelo de Piñero
Esa penitenciaría cuenta con capacidad para alojamiento 1495 personas, internos procesados o condenados, y que actualmente su población alcanza los 2100 internos, es decir, cuenta con un tercio superior al de su capacidad. El agravante, entre los presos alojados, están los denominados de "alto perfil", o sea, aquellos que por ser miembros o integrantes de grupos de narcotraficantes de las bandas muy violentas rosarinas, pasan sus días a la sombra, y ordenan crímenes y la venta de estupefacientes desde la cárcel. Respecto de los inhibidores de los teléfonos celulares, solo hubo intentos no concretados. Hoy la fuerza de los hechos, hará revisar a las autoridades su posición inicial.