La medida debería ayudar a cumplir los objetivos climáticos de la UE, pero "también beneficiará a los ciudadanos al reducir los costes energéticos y mejorar la calidad del aire", dijo la Comisión Europea en un comunicado. Sin embargo, la industria del automóvil está preocupada por la falta de estaciones de recarga y por una transformación industrial que podría provocar una hemorragia de puestos de trabajo.
La Unión Europea quiere marcar un antes y un después en su política climática con un paquete de 13 leyes que afectará a todos los ámbitos de la economía.
Entre las nuevas propuestas, a partir de 2035, las compañías de automóviles deberán fabricar sin combustibles fósiles. El sector del transporte es el único que aumenta cada año sus emisiones. Para ello, promoverá la creación de estaciones eléctricas, porque la gran mayoría están en Francia, Países Bajos y Alemania.
La Comisión no sólo pretende reducir las emisiones, sino que busca transformar la sociedad y generar un crecimiento económico más sostenible. Por ello apuesta por el principio de quien contamina, paga. Las compañías aéreas deberán pagar por cada tonelada de dióxido que emitan. El impuesto sería implementado gradualmente a lo largo de diez años, mientras que se elevaría el objetivo mínimo para el uso de biocombustibles en aviones y desaparecerían los "permisos para contaminar" gratuitos de que disfruta el sector.
Y aquí también tendrán un rol clave las renovables. Bruselas quiere que el 40% de la energía consumida en Europa provenga de estas fuentes. El paquete, uno de los más ambiciosos que se han hecho jamás, tiene que salir adelante para que de aquí a 2030 se hayan reducido el 55% de emisiones contaminantes, y llegar a 2050 como primer continente climáticamente neutro.
Fuente: AFP