El líder norcoreano, Kim Jong-un, pasó revista a poderosos misiles desarrollados para lanzar un ataque nuclear contra territorio de Estados Unidos, prometió que construirá un Ejército "invencible" y acusó a Washington de persistente hostilidad, informó la prensa estatal.
Además, en un aparente esfuerzo por distanciar a Estados Unidos de Corea del Sur, Kim también dijo en su discurso, durante una inusual exhibición de armamentos celebrada el lunes, que el poder militar norcoreano no apunta a Seúl y que no debería haber otra guerra entre coreanos.
"Estados Unidos ha dicho frecuentemente que no es hostil contra nuestro estado, pero no hay evidencia basada sobre los hechos para hacernos creer que no son hostiles", dijo Kim en su intervención, informó la agencia de noticias norcoreana KCNA.
"Estados Unidos continúa creando tensiones en la región con sus acciones y juicios equivocados", prosiguió.
Tras calificar a Estados Unidos de "fuente" de continua inestabilidad en la península de Corea, Kim dijo que el objetivo más importante de su país era poseer una "capacidad militar invencible" que nadie se atreva a desafiar.
La exhibición, que según KCNA fue con ocasión del 76° aniversario del gobernante Partido de los Trabajadores, hace dos días, fue la primera de su tipo desde que Kim llegó al poder, según funcionarios de Corea del Sur.
Fotos publicadas en medios norcoreanos mostraron a Kim vestido con traje negro, parado sobre una alfombra roja junto a grandes misiles montados en camiones o caminando entre sistemas de lanzamiento de misiles u observando aviones de guerra volando en formación.
En la exhibición se vieron armas recientemente desarrolladas, entre ellas misiles balísticos intercontinentales (ICBM) que según Corea del Norte fueron construidos para lanzar un ataque nuclear contra Estados Unidos, dijeron expertos surcoreanos a la agencia de noticias local Yonhap.
El Ministerio de Defensa de Corea del Sur dijo que el Gobierno estaba analizando las imágenes de Kim junto a autoridades de inteligencia de Estados Unidos, pero no dio más detalles.
En las últimas semanas, Corea del Norte ha enviado señales variadas a sus rivales, como haber retomado las pruebas de misiles después de seis meses pero al mismo tiempo ofreciendo, con condiciones, conversaciones con Corea del Sur.
El aislado régimen comunista está sometido a múltiples sanciones internacionales por el desarrollo de un programa de armamento nuclear y misiles balísticos prohibidos por la ONU, que se ha acelerado bajo el mandato de Kim.
Según Corea del Norte, su arsenal es necesario para protegerse de una posible invasión de Estados Unidos.
Kim se convirtió en el primer mandatario norcoreano en reunirse con un presidente estadounidense en el cargo, en la cumbre de 2018 en Singapur con Donald Trump.
Las negociaciones sobre un posible levantamiento de sanciones a cambio de una parálisis del programa armamentístico de Pyongyang quedaron interrumpidas un año después, tras una fracasada cumbre entre ambos en Hanói, Vietnam.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien llegó a la Casa Blanca a inicios de año, asegura querer retomar estos contactos con Corea del Norte y propone una reunión sin condiciones previas.
Washington es un cercano aliado de Corea del Sur y mantiene 28.500 soldados en ese país para defenderlo de una posible invasión del Norte, como ocurrió en 1950.
Ese conflicto está técnicamente abierto todavía, puesto que las dos Coreas nunca firmaron un tratado de paz, solo un armisticio en 1953.
Seúl también está impulsando sus capacidades militares y en septiembre consiguió probar con éxito un misil balístico lanzado desde un submarino y presentó un misil de crucero supersónico.
Kim reprochó a su vecino la "ambición imprudente" y una actitud "ilógica de dos caras" por criticar el programa armamentístico del Norte y, al mismo tiempo, reforzar el propio.
"Sus intentos sin restricciones de fortalecer su poder militar están destruyendo el equilibrio militar en la península coreana e incrementando la inestabilidad militar y el peligro", dijo el líder norcoreano.
Pese a las declaraciones cruzadas, ambos países restablecieron hace una semana sus canales de comunicación transfronteriza, interrumpida desde agosto por decisión de Corea del Norte.
Fuente: Telam