El director del viejo hospital Iturraspe, Osvaldo Marelli, reflexionó sobre el significado de la reapertura del hospital e hizo un balance de lo que fue el trabajo en este último año de pandemia. Marelli sostuvo que se siente orgulloso por todo el esfuerzo del personal de salud y las organizaciones sociales.
"Hoy cumplimos el primer aniversario de la puesta a punto del hospital Iturraspe luego de que fuera abandonado. La decisión de nuestro gobernador fue reabrirlo para dar respuesta en la pandemia y tratamos, y me parece que lo logramos, con mucho esfuerzo de todos los trabajadores", dijo Marelli. Actualmente, el viejo Iturraspe cuenta con una sala de clínica Covid, una terapia intensiva y una sala de clínica general, así como también poseen con un centro de hisopados y un vacunatorio.
"Fue un año muy duro realmente. El esfuerzo de los trabajadores fue enorme. Estoy muy orgulloso del equipo que integro. Desde que largamos las organizaciones sociales que llegaron por primera vez al hospital, que un poco son estigmatizadas porque hoy uno los ve y escuchás hablar de los 'planeros' y estas organizaciones sociales son las que le pusieron el hombro a todo esto. El hospital estaba devastado", señaló. Además, remarcó el rol fundamental de los trabajadores públicos para la reconstrucción del hospital.
Sobre el trabajo que llevan actualmente en relación al resto de los efectores, Marelli explicó: "Hoy nosotros recibimos todos los pacientes Covid para poder descomprimir los otros efectores y que puedan dar respuesta a las patologías que quedaron postergadas en esta pandemia".
Por último, el director destacó el trabajo en red que fue coordinado por el Ministerio de Salud, donde "todos los efectores cumplían su función y todos podían dar respuesta y ayuda a quien lo necesitara".