En una sesión cambiaria con importante volumen negociado en el mercado cambiario, por encima de los USD 600 millones, el Banco Central se vio obligado a efectuar nuevas ventas de divisas para atender la demanda privada.
El monto operado en el segmento de contado (spot) alcanzó los USD 620,9 millones, alto para esta época del año, mientras que el saldo negativo para la intervención del Banco Central fue de unos USD 35 millones, según estimaciones privadas.
La otra cara de las ventas del Banco Central es el muy gradual deslizamiento que sigue exhibiendo el dólar en el mercado mayorista. Este lunes cerró a $100,27, con alza de cinco centavos.
En 2021, la cotización interbancaria se encareció 19,2%, una tasa que es menos que la mitad de la inflación registrada en el período.
“En una rueda con buen volumen de negocios, la divisa estadounidense operó con mayor fluctuación, siempre con los precios direccionados por las intervenciones oficiales”, comentó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
En la previa electoral el Banco Central venía intensificando las ventas de divisas en el mercado mayorista para contener la devaluación del peso, en un marco de menores liquidaciones de exportaciones del agro.
La entidad monetaria ya había sacrificado este viernes unos USD 290 millones por su intervención en la plaza interbancaria, donde se transan las operaciones ligadas al comercio exterior.
En el transcurso de noviembre -un mes estacionalmente negativo para la participación del Central- la entidad acumula un saldo neto negativo de unos USD 695 millones por su intervención mayorista.
Desde la autoridad monetaria aseguraron el viernes que “no está en el Gobierno ninguna discusión al respecto y se ratifica las metas reflejadas en los presupuestos de este año y el proyecto de 2022″, a la vez que subrayaron que “el BCRA mantiene una posición compradora de seis mil millones en el acumulado del año”.
“El Gobierno debe calmar a los mercados, comunicando una política fiscal y monetaria más ordenada. Se necesita de un plan de estabilización”, consideró Rodrigo Álvarez, economista y consultor financiero.
Aunque noviembre suele ser un mes negativo para participación cambiaria del BCRA, la salida de divisas en un contexto de reservas líquidas en la zona de los USD 1.000 millones -exceptuados los DEG y el oro-, pone el énfasis en la necesidad de arribar a un pronto acuerdo con el Fondo Monetario Internacional -ante los inminentes vencimientos de deuda con el organismo en los próximos meses-, tal como adelantó el presidente Alberto Fernández el domingo por la noche, después de conocerse los resultados de las elecciones legislativas.
“Sin lugar a dudas, buscar el apoyo de la oposición para un plan económico plurianual con el FMI es una señal fuerte y en línea con lo que el mercado quiere escuchar”, comentó a Bloomberg Agustín Honig, director gerente de AdCap Securities. “El mensaje del Gobierno es muy positivo en cuanto a mostrar una estrategia de unidad con la oposición para la segunda mitad de su mandato”, comentó.
Si la Argentina no alcanza un acuerdo con el FMI “no es un país viable”, y podría sufrir una depresión económica con “niveles draconianos de represión financiera” y “pobreza muy alta”, escribió Alberto Bernal, estratega Jefe de XP Investments en Miami, en un informe de mercado.
Bernal señaló que el FMI también quiere ser pragmático para llegar a un acuerdo, y advirtió que solicitar un ajuste fiscal y monetario agresivo poco después de la pandemia podría significar un riesgo de una reacción global negativa. El FMI pretende una estrategia de salida a la “intrincada” historia de Argentina, agregó, según informó Bloomberg.
Fuente: Infobae