Teniendo en cuenta el creciente interés internacional en la energía nuclear, y que Argentina, con 70 años de trayectoria, se posiciona entre los líderes de la industria, el embajador de Argentina en China, Sabino Vaca Narvaja, busca aumentar la cooperación en la materia con el gigante asiático.
En el marco de la inauguración del stand del gigante nuclear chino en la Expo Internacional de Dubái, Vaca Narvaja dio un discurso en el que expresó que “el proyecto político que represento tuvo desde el principio muy en claro que su socio nuclear debía contemplar la posibilidad de garantizar financiamiento y estar dispuesto a maximizar la participación de la industria local y una adecuada transferencia de tecnología”.
“Debemos apuntalar una transición energética hacia fuentes de energía no contaminantes y es allí donde la energía nuclear es un activo estratégico. China se ha convertido en un aliado clave para concretar nuestros objetivos de política exterior”, agregó.
Además, el embajador mantuvo una reunión con el Gerente General de SPIC, empresa líder del rubro energético a nivel mundial, en la cual se acordó firmar un MoU de Cooperación Estratégica entre SPIC e INVAP.
Se está trabajando en una cartera de proyectos que brinden soluciones tecnológicas a China en el rubro de medicina nuclear. El MoU se firmará en febrero durante la visita presidencial de Alberto Fernández a China.
Respecto a eso último, Vaca Narvaja dijo que permitirá “seguir afianzado los objetivos de la Embajada de Argentina con miras a tener una agenda de cooperación con China que tenga como uno de sus ejes centrales la transferencia de tecnología”.
“Este año cumplimos 50 años de relaciones diplomáticas con China y estamos alcanzando hitos nunca antes pensados a nivel de relaciones bilaterales”, agregó.
En la actualidad, China es uno de los países más interesados en la energía nuclear. Recientemente, alcanzó un nuevo hito en lo que respecta a la fusión nuclear, una técnica que aún no fue dominada por el hombre, cuando su “sol artificial” mantuvo una temperatura de 120 millones de grados centígrados durante 1.056 segundos.
Fuente: El Economista