Nahuel Martino es el instructor argentino que estuvo a cargo de la primera clase de buceo de Rocío Gómez, la mujer de 39 años que perdió la vida días después de un accidente durante la actividad en la isla Koh Tao, Tailandia.
En un extenso texto publicado en Facebook, el instructor de “Pura Vida Koh Tao” detalló lo ocurrido y contó cómo fue el episodio en el que perdió de vista a la mujer. "No quise responder ni dar detalles de esta desgracia por respeto a la familia.
Sin embargo, se convirtió en algo masivo y eso me pone en la obligación de hablar. Desde que sucedió el accidente, no volví a bucear y no sé si volveré a tener las fuerzas", relató.
"Cumplí con el protocolo de siempre. Di una clase teórica de 40 minutos y expliqué el funcionamiento del equipo”, detalló Martino. Respecto a cómo fue el procedimiento, explicó que la primera inmersión en el agua no tuvo ningún inconveniente.
“Antes de saltar al agua, volví a mencionar las indicaciones e hicimos un chequeo. Al primer buceo tanto Rocío como las dos personas que nos acompañaban lo superaron. Fue perfecto. Es más, ella me agradeció mucho y me dijo que estaba en una etapa de su vida donde se estaba proponiendo hacer cosas nuevas y se estaba desafiando a sí misma. Me dio un abrazo que nunca olvidaré", contó el instructor.
Luego, abordó “el segundo buceo”, donde sucedió el accidente que días después le costó la vida. "En el segundo buceo, que duró 36 minutos, ocurrió el accidente. El proceso fue el mismo. Cuando estábamos a 4 metros de profundidad, Rocío me hizo la señal de querer irse para arriba a los 14 minutos de bucear. Subimos y me dijo que le había agarrado un ataque de risa. Le dije que con el regulador en la boca podía reirse sin problemas", comentó.
Martino relató que después le preguntó a la mujer si quería seguir. “Me dijo que sí, que la estaba pasando muy bien y que lo estaba disfrutando mucho”, afirmó. “Buceamos 18 minutos más en los que ella no mostró ningún tipo de miedo. Es más, los tres tenían un ritmo respiratorio normal".
La desesperación vino momentos después, cuando no encontró a Romina. "Les pregunté a mis alumnos donde estaba y me dicen que no la vieron. Volví a hacer el recorrido en sentido contrario y no la encontré. Ascendí con mis otros dos alumnos y di aviso al barco", explicó.
"Pregunté si vieron burbujear cerca mío, me dijeron que sí y fui a ver si era ella. No era. Cuando volví, vi a un compañero arrastrando a Rocío hacia el barco. La encontró sin el regulador en la boca en el fondo del mar, a unos 6 metros de profundidad. Mi equipo le realizó primeros auxilios junto a dos médicos", contó.
Sobre qué sucedió, manifestó que aún no sabe con certeza y dijo qué considera que pasó. "Me pregunto todos los días qué fue lo que sucedió. Yo creo que siguió a otro grupo que nos cruzamos bajo el agua aunque no puedo afirmarlo. Es el mar", dijo.
"El buceo es una actividad de riesgo. Siento la responsabilidad. No soy un asesino como dijeron en las redes sociales, es muy fácil agredir detrás de una computadora. Lamento muchísimo lo ocurrido, estoy destruido. Nunca me oculté y estoy a disposición de los familiares", se sinceró Martino.
En diálogo con Veo Noticias, los instructores de buceo Elio Musuruana y Francisco Altamirano manifestaron que en los últimos tiempos no se prepara de manera adecuada a los instructores ni a los buzos. Según los profesionales, se acortaron demasiado los tiempos de formación ya que los turistas quieren tomar cursos de unos días para aprender a bucear. Por otro lado, ambos aseguraron que estuvieron buceando en Tailandia y que a veces hay muy pocos instructores para controlar a tanta gente.