La guerra de Ucrania ha puesto dolorosamente de manifiesto la gran debilidad energética de Europa. Los países de la UE, que dependen del gas ruso en un 45% y del petróleo ruso en un 25%, son incapaces, como ha hecho Estados Unidos, de anunciar un embargo de los hidrocarburos vendidos por Moscú.
Para remediarlo, los 27 acelerarán sus esfuerzos para reducir esta dependencia en los próximos años. Pero, ¿cuándo y, sobre todo, con qué medios? Tendrán que ponerse de acuerdo en tres cosas: aumentar las importaciones de gas natural licuado, activar todas las palancas de ahorro energético y acelerar la descarbonización de las economías. Francia anunció desde el principio su intención de apostar por la energía nuclear y las energías renovables.
“Creo que tenemos que prepararnos para el próximo invierno", declaró el miércoles en Estrasburgo la Primera Ministra estonia, Kaja Kallas. “Tenemos que encontrar alternativas. La Comisión Europea ya está trabajando en la búsqueda de diferentes fuentes de energía alternativas. Pero es cierto que para algunos países será más complicado, como Bulgaria, si no me equivoco, que depende al 100% del gas ruso”, agregó.
Este tema, que no figuraba en el orden del día, se incluirá el jueves, según la Presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola. "Este es definitivamente un tema que tendremos que discutir en la cumbre informal del jueves. Tenemos que entender las preocupaciones de nuestros ciudadanos, mostrar nuestra solidaridad, especialmente con aquellos miembros de la Unión Europea que se verán más afectados que otros”.
Aunque Europa trata de tranquilizar, sus dirigentes siguen esperando meses complicados si Rusia detiene sus exportaciones de gas a Europa, como confirmó el miércoles Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Esta cumbre se considera el inicio de una nueva era con reflexiones a largo plazo. En particular, se centrará en el suministro en sectores clave como las materias primas, las proteínas vegetales y los semiconductores.
El objetivo de la cumbre es coordinar una respuesta económica. Tras el plan de recuperación de Covid, está previsto otro plan para aumentar y agrupar las inversiones en los ámbitos de la defensa y la energía.
Pero en la cumbre también se debatirá otro tema ineludible: la adhesión de Ucrania a la Unión Europea. París no quiere una adhesión rápida, es un proceso que lleva años y Ucrania necesita soluciones rápidas, explica la Presidencia francesa. Por lo tanto, son estas soluciones rápidas las que los 27 debatirán en Versalles.
Según una fuente europea citada por Reuters, se están estudiando varias opciones, entre ellas reforzar los vínculos entre Ucrania y el mercado único europeo y conectar el país a la red energética de la UE.
Fuente: RFI