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Santa Fe: se triplicaron las denuncias de padres contra docentes

Así lo sostienen Amsafé y Sadop al advertir una explosión de acusaciones por disconformidad en el manejo pedagógico. Dicen que los maestros sufren una condena social

02 de julio de 2022


La relación entre docentes y padres cambió sustancialmente tras las restricciones por la pandemia de Covid. Así lo afirman el gremio de los maestros oficiales y el sindicato que reúne a los privados, con un diagnóstico coincidente: se triplicaron las denuncias contra ellos tanto ante el Ministerio de Educación como a Fiscalía.

“Prevalece la angustia y la distancia de los maestros y maestras, que quedan en una situación muy vulnerable, sin contención”, afirman los dirigentes sindicales quienes hablan de un “denuncismo” desproporcionado. Frente a ello, ya evalúan contrarrestar acusaciones con una acción de daños y perjuicios.

El titular del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) de Rosario, Martín Lucero, puso el tema en agenda junto al flamante titular en la ciudad de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé), Juan Pablo Casiello.

“Hemos visto que en el último tiempo han crecido un montón las denuncias contra compañeros y compañeras a partir de situaciones de violencia, amenazas y malos tratos muy difíciles de probar, que se dan generalmente en el ámbito del salón escolar”, describió Lucero.

Las acusaciones recaen fundamentalmente ante la delegación del Ministerio de Educación santafesino y el Ministerio Público de la Acusación (MPA), a razón de tres consultas semanales.

“Esto habla que se ha triplicado la cantidad, algo atribuible a los efectos de la pandemia, pero que deja a los docentes muy expuestos y ha potenciado el tema de los reclamos. La comunidad educativa va derecho al ministerio, los equipos directivos no contienen y, en muchos casos, se termina naufragando en la nada con cosas difíciles de probar, pero con una condena social terrible contra el maestro”, argumentó Lucero.

En su gran mayoría, las presentaciones son por maltrato a los alumnos, lo que de por sí es algo delicado y muy complejo en cada caso. Así, para los gremios la tarea pedagógica se ve profundamente afectada. “Hay una tensión permanente. Hay ejemplos en los que el resto de los padres se solidariza con una familia denunciante y la acompaña a denunciar, y quizás ni tiene relación con el denunciado”, graficó Lucero.

Según datos de Sadop Rosario, junio cerró con más de 12 denuncias, lo que equivale a tres semanales promedio. Se trata de número muy elevado en relación a la prepandemia. Una de las razones es atribuida a la proliferación de chats de padres que quedaron muy activos en pandemia y luego de ella.

Daños y perjuicios
“Por eso, estamos pidiendo que se analice si corresponde evaluar daño y perjuicio, para al menos evidenciar que hay consecuencias”, advirtió Lucero.

Para Casiello, existe una multiplicación de denuncias de padres contra los maestros que se llevan al ministerio y a la comisaría, y que plantean dudas sobre si merecen ser efectivizadas.

“Hay una lógica de denuncismo, por situaciones muy diversas porque a algunas familias no les gusta la forma de actuar y desarrollar las clases de la docente y parece que se puede resolver con la denuncia. La quieren cambiar y poner a la del año pasado, entonces va la acusación; lamentablemente se dan estas situaciones extrañas, insólitas y novedosas. ¿Qué ocurre? La compañera queda en máxima vulnerabilidad porque para descomprimir la situación las autoridades les dan la razón a los padres, pero lejos de lograr dicho efecto, todo se agrava”.

El efecto no deseado se produce: docentes a la defensiva y con mucha preocupación de sentir exposición y fragilidad porque en el momento más inesperado pueden ser acusados y muchas veces con violencia incluso ejercida contra la propia escuela con “poco respaldo en situaciones muy atravesadas desde lo social”, según Casiello quien remarcó como “algo inédito, que genera angustia y malestar, y estuvo en la base de las últimas movilizaciones docentes”.

Fuente: La Capital