Por Juan Trento
Este viernes cuando faltaban algunos minutos para llegar a la medianoche, una discusión entre dos hombres que estaban montados en una motocicleta y otros dos que eran comensales del bar ubicado en la esquina que forman la calles San Jerónimo y el pasaje Martínez en el lateral este de la Universidad Nacional del Litoral, se convirtió en epicentro de un gravísimo hecho de violencia que incluyó balazos y botellazos que llevaron a los presentes a un estado de terror absoluto. Los tiros que se sucedieron después se estrellaron contra el piso. El desbande generalizado de las personas que estaban pacíficamente en el lugar y escenas de profundo dramatismo, se sucedieron durante larguísimos minutos. Otra vez la sombra de los narcotraficantes echando mano a la violencia sin límites sobrevuela este caso, tal como fue en la madrugada del 13 de marzo cuando asesinaron al Pandu Ojeda a la salida de un bailable en barrio Candioti Sur.
Denuncia
Varios de los presentes fueron los que denunciaron el suceso a la central de emergencias 911 pidiendo auxilio a gritos. El operador policial envió a oficiales y suboficiales de Orden Público y de Cuerpos, que cuando arribaron al lugar se encontraron con testimonios desgarradores del gravísimo suceso ocurrido a solo media cuadra de bulevar Pellegrini, un viernes por la noche atestado de personas en los distintos locales gastronómicos de la zona, y que vieron al estampida de personas corriendo con desesperación.
Festejos frustrados
Entre los testimonios recogidos por los policías que actuaron en el lugar, varios de los presentes dijeron que había jóvenes que se habían recibido de profesionales y que estaban festejando el título profesional cuando fueron sorprendidos por la locura de violencia extrema. Los agentes policiales rápidamente consultaron por la existencia de imágenes de cámaras de videovigilancia existentes tanto en el local Break como también en la vía pública, para que policías y fiscales pudieron observar el desarrollo de los hechos de violencia como también la presunta identidad de los comensales como de los motociclistas, su complexión física como sus vestimentas, siendo éstos los elementos necesarios para lograr su identificación y posterior aprehensión.
La sombra del narcotráfico
Una especulación que no pasó desapercibida en modo alguno ni para los policías como tampoco para los comensales es que se tratara de cuestiones vinculadas al narcotráfico y a la venta de drogas, ya que su antecedente más inmediato fue la madrugada del 13 de marzo cuando se produjo la balacera en las afueras de un bailable del barrio Candioti Sur donde asesinaron a Gonzalo Joaquín "Pandu" Ojeda de 21 años, y fueron heridos en el mismo tiroteo sus amigos, Luis Abraham Aguilar de 32 años y Jesica Antonela Mieres de 28, siendo que éstos últimos salvaron providencialmente su vida. En aquella oportunidad
www.veonoticias.com adelantó que se trataba de una venganza entre dos grupos narco que actuaban en los barrios del noroeste capitalino: el de los Bergallo y los de Lorena Melgarejo y Claudio El Pulga Casco. Las investigaciones y el tiempo se encargaron de constatar ese aserto. En esta oportunidad, nuevamente, construímos la misma hipótesis, y no hay elemento para descartar la salvaje locura asesina que dejaron los hechos narrados.
Peritajes criminalísticos
Informaron la novedad sobre la ocurrencia del ataque criminal y la respuesta violenta con el desbande generalizado del suceso a la Jefatura de la Unidad Regional I La Capital de la Policía de Santa Fe, y éstos hicieron lo propio con el fiscal en turno del Ministerio Público de la Acusación, que ordenó los peritajes criminalísticos de rigor, los que fueron realizados por los agentes del área Científica de la Agencia de Investigación Criminal AIC, como también el secuestro de imágenes de cámaras de videovigilancia dispuestas tanto en el local comercial como en la vía pública.