Por Juan Trento
Durante la jornada del martes y como corolario de un trabajo de inteligencia previo realizado por agentes penitenciarios dentro de la Unidad N° 11 cárcel de Piñero del Servicio Penitenciario provincial, secuestraron 43 teléfonos celulares y un convertidor de televisión smart. Los penitenciarios se vieron apoyados por grupos de irrupción especializados GOEP (Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias) para llevar a cabo las tareas. Un trabajo de inteligencia previo que arrojó como resultado el secuestro de los aparatos que ahora están a disposición de la justicia, y que pueden contener información vital para desentrañar crímenes ordenados por los presos desde las celdas de la penitenciaría.
Rotopercutores
Otros penitenciarios con rotopercutores, y equipos de detección, lograron hallar dentro de los muros de hormigón armado los sonidos que reportaron la presencia de los aparatos, y una vez que la aguja de detección posó el fiel, el registro apuntó a un lugar disimulado, donde encontraron de una sola vez, 37 teléfonos celulares, y luego los otros seis que los completaron fueron en otros módulos del mismo pabellón, además del control de televisión Smart.
Rivales enfrentados
Los moradores de estos pabellones son narcotraficantes que sostienen grandes diferencias entre ellos y están compuestas por los Benítez y los Aguirre por un lado, y justo enfrente por sus archirrivales, los Riquelme.
Consideraciones
Los teléfonos celulares en poder de los presos, son el vehículo para ordenar desde la oficina que es la celda del pabellón de la cárcel que se trate, cometer delitos en el mundo exterior. Ordenar un asesinato, cometer un asalto, balear una vivienda con fines extorsivos de lograr dinero por aplicación del terror, narcotraficar, vender drogas en los barrios, ejecutar venganza, y mantener vivos los negocios turbios que aterrorizan a la ciudad de Rosario en particular. En ese sentido, es que la oficina del crimen a perdido su mejor activo, es decir, 43 equipos de telefonía celular que no serán manejados para el crimen.
Investigaciones
informaron sobre el resultado de las requisas en las distintas celdas de los diferentes módulos de los pabellones de la cárcel de Piñero con el secuestro de los 43 teléfonos celulares a la Dirección del Servicio Penitenciario provincial, y éstos hicieron lo propio con la fiscalía en turno en razón a que pueden ser de interés para el seguimiento de distintas causas penales donde los teléfonos celulares pueden contener información vital para desentrañarlos, detener a personas y descubrir crímenes ordenados desde las celdas de la penitenciaría.
