Newell’s, que pelea por asegurarse la clasificación a la Copa Sudamericana del año que viene y que aún no está afuera de la lucha por meterse en la Libertadores, consiguió una victoria clave que le dio oxígeno luego de las dos derrotas consecutivas sufridas ante Sarmiento (0-1) e Independiente (0-1). La Lepra tuvo que invertir mucho sudor para imponerse a un Unión que le dio pelea hasta el final.
El equipo rosarino tuvo el mérito de aprovechar su mejor momento en el encuentro para ponerse en ventaja. Sin embargo, el gol de Juan Manuel García marcó un quiebre en el desarrollo del encuentro, Los dirigidos por Adrián Coria terminaron refugiados muy cerca del área propia. El Tatengue, empujado por la responsabilidad de tener que ir por el empate en condición de local, empujó al conjunto visitante. Si bien nunca logró arrinconarlo, dispuso de ocasiones claras para convertir. A los santafesinos les faltó contundencia a la hora de resolver. El local jugó en campo rival, tuvo un 65% de posesión de pelota y administró los tiempos ante un adversario que procuró achicar espacios hacia atrás para tratar de salir de contragolpe.
Unión tuvo ocasiones claras que no supo aprovechar y pagó el precio más alto por no poder capitalizar todo lo que supo construir. Una de Marabel, dos de Luna Diale, una de Gallegos tras un error del arquero Morales y un tiro libre de Cañete que raspó el travesaño fueron las ocasione más claras del Tatengue, que sufrió un duro golpe y profundizó su crisis: suma cuatro derrotas consecutivas. Lo que más sufren los santafesinos es la falta de gol, ya que metieron apenas dos en los últimos diez encuentros que disputaron por la Liga.
En el tramo final, Newell’s lo aguantó y logró sostener el triunfo con sacrificio y solidaridad de todo el equipo para defender con uñas y dientes. La Lepra se llevó un triunfazo.
Fuente: Olé