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28 de febrero de 2019


El juez federal Julián Ercolini elevó a juicio oral la causa Hotesur SA, en la que están acusados Cristina Kirchner, sus hijos Máximo y Florencia, y el empresario Lázaro Báez. La Justicia determinó que se lavaron cerca de 80 millones de pesos.

Es la segunda causa contra la ex presidente elevada a dicha instancia en la que se la acusa de haber utilizado las empresas familiares para maniobras de blanqueo.

La hipótesis que investigaron los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques es que los ex presidentes y sus hijos recibieron por parte de Lázaro Báez dinero “a través del negocio hotelero bajo cierta apariencia de legitimidad”, lo que les aseguraba poder declarar esos fondos ante la Oficina Anticorrupción y ante el fisco “ocultando su verdadero origen” supuestamente ilícito. Además de la familia Kirchner y el empresario, también serán jzugados Romina Mercado (hija de Alicia Kirchner) y Osvaldo Sanfelice, entre otros acusados.

Además de ser un amigo personal de los Kirchner, Báez era el contratista estrella de la obra pública en Santa Cruz, ganador de licitaciones cuyo precio y condiciones también quedaron bajo investigación en otra causa que en mayo comenzará a ser juzgada en audiencias orales.

Hotesur SA es la empresa dueña del hotel Alto Calafate, entre otros establecimientos. El año pasado Ercolini procesó a la ex presidenta y los demás acusados de esta causa, como responsables de actividades ilícitas de blanqueo agravadas por actuar en banda. Además, embargó a cada uno de los imputados por 800 millones de pesos. Los investigadores estimaron que en las operaciones ilegales se llegaron a blanquear al menos 80 millones de pesos, y por eso les aplicó a los acusados la mayor multa que contempla la ley: diez veces la cifra incorporada al circuito legal.

Así, todo funcionó como una "organización" que permitió "transferir y disimular parte de las ganancias que se encontraban en poder de los empresarios a los propios ex presidentes y a su núcleo familiar a través de préstamos, compra de propiedades, alquiler de los distintos complejos hoteleros de su propiedad, construcción de mejoras en dichos establecimientos y alquiler de propiedades", una maniobra espejo que se investigó en otro expediente por lavado, Los Sauces SA.

Estas transferencias supuestamente irregulares incluyen los 4,6 millones de dólares que la hija de Cristina Kirchner tenía en el Banco Galicia, embargados hace dos años.

El juez Ercolini recordó que las supuestas maniobras comenzaron por la necesidad de Néstor y Cristina Kirchner de contar con dinero líquido “en blanco” para poder “justificar la compra de los hoteles Alto Calafate y Las Dunas”.

En Hotesur -según indicó el magistrado-, se "dio por corroborada la maniobra por la cual la asociación criminal investigada canalizó una porción de lo que era sustraído al Estado Nacional —a través de la obra pública vial—, a los ex presidentes y a su núcleo familiar por medio de un esquema de lavado de dinero montado en base a la actividad hotelera que aquellos llevaban adelante a través de la empresa" hotelera.

Se acusa a la ex Presidenta y a sus hijos Máximo y Florencia Kirchner de ser parte de un "proceso de reciclaje que, con los fondos ilícitos de la obra pública y a través de la firma Valle Mitre de Báez, se desarrolló entre 2008 y 2013". Sin embargo, el fiscal Pollicita indicó que la investigación "no se agota" en dicha maniobra, y la vinculó con otras causas de lavado de dinero donde está involucrado Sanfelice y Cristóbal López.

Para que la familia Kirchner adquiera los hoteles entre 2005 y 2009, hubo más de 15 compra-ventas de terrenos y propiedades entre Báez y los ex presidentes. Este liquidez les permitió -con la participación de Máximo Kirchner-, comprar el hotel Las Dunas por 700.000 dólares y el Alto Calafate, por 4.900.000 dólares.

Como paso siguiente, se creó Valle Mitre, de Báez, con el fin de administrar los hoteles, “para recibir ese dinero y aplicarlo al negocio de la hotelería, y permitir así que la ganancia ilícita se distancie de su verdadero origen”.

Como esta firma no tenía capacidad económica para pagar el alquiler de Hotesur, le inyectaba dinero Austral Construcciones -principal contratista de la obra pública vial-. La empresa que administró los hoteles de los Kirchner registró ingresos por pagos de la constructora entre 2007 y 2015 por casi 71 millones de pesos.

Todo concluyó con el ingreso de fondos al patrimonio K. Entre 2009 y julio de 2013, Báez garantizó a los Kirchner 27.592.110 pesos por alquileres a Hotesur SA. La cifra es importante, pero más la proporción que guarda en el total de los ingresos de la empresa familiar. El 54% de los ingresos de Alto Calafate provinieron del Grupo Austral.

Fuente: Clarin