La Aduana frenó el ingreso al país de siete contendedores de juguetes que habían sido declarados por el importador como insumos para deportes acuáticos y secuestró la mercadería, cuyo valor llegaría a US$1 millón.
Con esa maniobra, se buscaba no sólo pagar menores derechos de importación sino también evadir los controles destinados a certificar la seguridad de los juguetes, explicó el organismo.
Según la Aduana, "todo apunta a que la operación haya intentado importar mercadería prohibida".
Asimismo, indicó que el valor FOB declarado por el importador ronda los US$220.000, pero aclaró que conforme va avanzando el proceso de verificación (que aún no ha concluido) se estima que el valor de la mercadería detenida podría cuadruplicar el valor declarado.
En efecto, en virtud del procedimiento -que comenzó el 15 de diciembre- el organismo inició el proceso administrativo a todas las destinaciones por declaración inexacta, en el marco del Código Aduanero.
De esta manera, la eventual multa podría ascender a los US$5 millones.
"Dada la cercanía de la Navidad, la circulación de esta cantidad de juguetes sin certificar podría haber representado un peligro para la salud de los niños", advirtió la Aduana.