En julio se cumplirán tres años desde que el Congreso Nacional sancionó la ley que regula los alquileres en el país y la problemática del mercado inmobiliario es cada vez más aguda: las ofertas de viviendas para alquilar en dólares superan a las que se ofrecen en pesos y, las que están en moneda nacional, aumentan más de 30 puntos porcentuales por encima de la inflación general. Dueños y dirigentes políticos de oficialismo y oposición apuntan contra la ley, mientras que los inquilinos la defienden y piden mayor control para su cumplimiento. Hay temor por lo que puede pasar con los nuevos contratos.
El primero de julio se vencerán los primeros contratos de alquiler hechos bajo la ley vigente, que aumentó de dos a tres años la duración del acuerdo y ordenó la actualización en un periodo anual (antes era mayormente semestral) en base al Índice para Contratos de Locación (ICL) que tiene en cuenta en partes iguales las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y de la Remuneración Imponible Promedio de Los Trabajadores Estables (RIPTE).