Un policía de 50 años identificado como Marcelo Alejandro Gómez fue condenado a 16 años de prisión por haber abusado sexualmente de dos mujeres con las que había mantenido relaciones de pareja en San Jorge.
La sentencia fue resuelta por unanimidad por un tribunal integrado por los jueces Sergio Carraro (presidente), Octavio Silva y Lisandro Aguirre, en el marco de un juicio oral que finalizó el lunes en los tribunales sanjorgenses.
Los fiscales Rosana Marcolín y Omar De Pedro representaron al MPA en el debate. Tras la lectura del veredicto, indicaron que “el monto de la pena impuesta se acerca al que solicitamos en la acusación”. Asimismo, valoraron “la satisfacción de las víctimas”, y mencionaron que “una de las exparejas de Gómez expresó ante el tribunal que siente que ‘la Justicia cumplió con ellas’”.
Por otro lado, los fiscales destacaron que “los jueces ordenaron la prisión preventiva del condenado hasta que la sentencia quede firme”, y recordaron que “transitó la última parte del proceso judicial en libertad”.
Violencia de género
Marcolín y De Pedro señalaron que “Gómez cometió delitos en contextos de violencia de género en perjuicio de las dos víctimas”, y precisaron que “ambas fueron sometidas en 2018, una entre marzo y agosto y la otra, entre mayo y agosto”. Todos los ilícitos tuvieron lugar en San Jorge.
Los fiscales aseguraron que “además de llevar a cabo conductas ajustadas a patrones patriarcales y subordinar a las víctimas por el solo hecho de ser mujeres, el condenado se aprovechó de su condición de policía jerarquizado y autoridad con carácter intimidatorio”. Al respecto, expusieron que “para evitar que lo denunciaran, les aseguraba a sus exparejas que su empleo le otorgaba impunidad”.
“A su vez, Gómez utilizó su arma de fuego reglamentaria para evitar que una de las víctimas opusiera resistencia a agresiones sexuales, así como para amedrentar a la otra”, remarcaron.
También, afirmaron que “el hombre de 50 años atacó en reiteradas oportunidades a las mujeres mediante golpizas y empujones”, y agregaron que “a una le hizo un corte con un cuchillo y la quemó con un cigarrillo”. Según manifestaron, “a las dos las amenazaba de muerte de forma habitual”.
Delitos
Gómez fue condenado como autor de abuso sexual con acceso carnal agravado (por el uso de arma); abuso sexual con acceso carnal simple; lesiones leves dolosas agravadas (porque había mantenido relaciones de pareja con las víctimas y, en cada caso, por haber sido cometidas por un hombre en contra de una mujer, mediando violencia de género); amenazas calificadas (por el uso de arma); amenazas coaccionantes, y amenazas simples.
Por otro lado, fue absuelto por imperio del principio del in dubio pro reo por la autoría de negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública; incumplimiento de los deberes de funcionario público, y enriquecimiento ilícito de funcionario público.