A fuerza de congelamientos, incluyendo el del tipo de cambio oficial, Sergio Massa se juega a frenar la escalada inflacionaria en septiembre y que el índice vuelva a un dígito. El objetivo es cortoplacista y apunta a llegar a las elecciones con un número algo más digerible, teniendo en cuenta que el INDEC anunciará el dato el jueves 12 de septiembre, solo diez días antes de las elecciones presidenciales.
Las consultoras económicas calcularon un índice de inflación en agosto arriba del 11%, con fuerte salto en los precios de los alimentos. El instituto de estadísticas cordobés midió un salto de 12,15% y en los próximos días también se conocerá el dato de la ciudad de Buenos Aires.
Un índice arriba del 11% supera el nivel máximo que se había registrado en abril de 2002, cuando el INDEC midió un salto de 10,4%, a los pocos meses de salida de la convertibilidad y tras un salto récord del tipo de cambio.
Para Massa es fundamental ahora lograr un alivio en el dato inflacionario de septiembre y a eso apuntan casi todas las medidas anunciadas en las últimas jornadas. Según ya negoció el ministerio de Economía, los combustibles permanecerán congelados al menos hasta fin de octubre, las prepagas tampoco aumentarán en los próximos noventa días y se llegó a un compromiso con los laboratorios para que no suban los medicamentos. Además, en las últimas horas se avanzó con las automotrices en un listado de autos cero kilómetro para que no sufran incrementos este mes.
A eso se agrega la decisión de postergar la suba de colectivos y trenes en la zona metropolitana, que venían indexando sus valores de acuerdo a la evolución de la inflación mensual. Tampoco subirán las tarifas de luz y de gas, al menos en septiembre.
A esto se agregó el “congelamiento” del dólar oficial, tras un salto de 27% en agosto, quedando en $ 350. Aún con las actuales restricciones a las importaciones, la idea es que es este tipo de cambio también actúe como un ancla para que no se sigan disparando los precios, siempre en el cortísimo plazo.
La mayor estabilidad de los dólares financieros también debería ayudar para el objetivo de frenar las fuertes remarcaciones del mes pasado. El dólar libre ayer incluso cayó medio escalón, hasta los $ 725. El “contado con liquidación” cayó más de 2% hasta $ 762. La expectativa es que haya mayor liquidación de divisas en las próximas semanas a partir de la implementación del nuevo dólar soja hasta fin de mes.
A favor del objetivo de lograr un nivel de inflación más digerible está el comportamiento del precio de la carne, que en los últimos días bajó entre 10% y 15% en el mercado de Cañuelas. La caída de las ventas en carnicerías también podrían influir en un retroceso leve de los precios en las próximas semanas, tras un salto que osciló según los cortes entre 30% y 50%.
La evolución de los precios de los alimentos serán decisivos para llegar a una mayor estabilidad este mes. Está en marcha un nuevo acuerdo de precios para que las subas no superen el 5%. Sin embargo, las alimenticias (agrupadas en Copal) ya advirtieron que en muchos casos será imposible de cumplir.
La metodología del INDEC, sin embargo, juega en contra de las aspiraciones del ministro y candidato presidencial. Sucede que la medición toma los promedios semanales de precios, por lo que parte de las subas de agosto deberían reflejarse en septiembre. Domingo Cavallo, por ejemplo, calculó que los precios podrían subir 14% este mes, mientras que Fernando Marull estimó 12%. Sin embargo, con las últimos congelamientos es factible que finalmente la inflación de este mes finalmente se ubique por debajo del 10%. En Economía son aún más optimistas y creen que el índice podría regresar a una velocidad crucero del orden del 8%.
Fuente: Infobae