La crisis económica nacional repercute en despidos a los trabajadores de la construcción y esto llevó a que en la mañana de este jueves se realice una reunión entre representantes de provincia y del gremio de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina . El gobierno admite la legitimidad del reclamo de parte de UOCRA, reitera su compromiso por mantener puestos laborales y ofrece diálogo. Advierte que son las empresas las que buscan la "neutralizar" las obligaciones de los contratos y luego cobrar redeterminaciones.
Mientras para el gobierno de la Provincia de Santa Fe hay una "ralentización de las obras públicas" que es algo mayor al 20%, para la Unión Obrera de la Construcción se ha llegado una "paralización del 90%", con ejemplos extremos en los que obradores que tenían hasta 170 trabajadores hoy quedan apenas 5 ó 6.
La funcionaria expresó casi al terminar su contacto con la prensa que su cartera está bajo un doble reclamo: "por un lado el gobierno entrante nos pide que seamos cautos con el gasto y mientras tanto la Uocra nos exige que no paremos las obras".
Mientras los representantes gremiales dijeron que la paralización "es casi total", los funcionarios de la Casa Gris sostuvieron que se trata de una ralentización que superó lo previsto, un 20% pero de ninguna manera llega al 90% de lo emprendido. El sindicato había enviado una nota de queja ante el gobernador Omar Perotti y la reunión (aunque sin avances concretos) fue la primera para encontrar vías de solución.