El viernes pasado, Colón descendió después de perder 1-0 en el partido desempate contra Gimnasia de La Plata, con el cual había empatado en el último puesto de la tabla anual de la Liga Profesional.
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El Sabalero se verá obligado a competir en la Primera Nacional 2024 y se enfrentará a la necesidad de realizar cambios significativos en su equipo, dado que varios jugadores finalizan sus contratos en diciembre y buscarán continuar jugando en la máxima categoría del fútbol argentino.
En el intermedio, se llevarán a cabo elecciones en el club el 17 de diciembre próximo, y todo apunta a que participarán seis listas en esta contienda, en una institución que cuenta con alrededor de 16 mil socios habilitados para votar.
En ese sentido, en las últimas horas surgió una información que podría alterar completamente este escenario.
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En las últimas horas, los dirigentes de Colón presentaron una solicitud insólita ante la AFA, la Asociación del Fútbol Argentino. El 22 de junio pasado, la Asamblea Extraordinaria votó de forma unánime la anulación de uno de los tres descensos, específicamente el segundo por promedios, con la intención de que sean dos los equipos que desciendan de categoría hasta el año 2028.
El escrito sostiene que la modificación debió ser realizada por el Comité Ejecutivo en lugar de la Asamblea. Además, señala que en la misma Asamblea no estaban presentes todos los representantes, dado que Talleres, por ejemplo, estaba ausente. También destaca que, al modificar el descenso, el reglamento no especifica las consecuencias si el mismo equipo ocupa la última posición tanto en los promedios como en la tabla general.
Aunque la argumentación es válida, las posibilidades de revertir la decisión son extremadamente bajas. Esto implica que la Primera División seguirá conformada por 28 equipos, incluidos Independiente Rivadavia y Deportivo Riestra.
Lo sucedido en el Predio Lionel Andrés Messi, en Ezeiza, con el cambio de regla en plena competencia, constituyó un nuevo episodio de desorganización que, dada la historia reciente del fútbol argentino, ya no resulta tan sorprendente. Así, lo que en otro momento hubiera sido considerado inaceptable, ahora no sonó tan descabellado para algunos dirigentes que llevaban tiempo buscando un alivio.
