La reciente oficialización por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y la Secretaría de Comercio ha dado paso al nuevo Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI), sustituyendo al anterior SIRA impulsado por el exministro de Economía, Sergio Massa.
Este movimiento busca la desregulación del comercio exterior, marcando una transición sin licencias ni permisos para importar, aunque ciertos rubros queden exentos de este registro.
La Resolución Conjunta, como informó Ámbito, detalla excepciones para operaciones de importación, incluyendo destinaciones para consumo como muestras, donaciones y franquicias diplomáticas, mercaderías con franquicias de derechos y tributos, envíos postales, bienes para investigaciones científico-tecnológicas, entre otros.
Específicamente, en lo referente a las mercaderías ingresadas mediante courier o envíos postales, se establece que, si bien están exceptuadas de la declaración en el SEDI, deben seguir los procedimientos aduaneros vigentes, aunque sin completar dicha declaración.
La voluntad del nuevo Gobierno es eliminar las restricciones al comercio exterior, abordando aspectos como el "puerta a puerta", modalidad que sufrió cambios con el tiempo.
El Banco Central, por ejemplo, redujo el límite de financiamiento de estas compras en cuotas y ajustó el monto máximo de transacciones de u$s3.000 a u$s1.000. Anteriormente, durante la gestión de Mauricio Macri, el límite había aumentado de u$s900 a u$s3.000, como parte de un proceso hacia una mayor apertura comercial.
En esta dinámica, se mantienen reglas claras para el "puerta a puerta": el envío no debe superar los 50 kilos, se permite hasta tres unidades de un mismo producto y no debe tener fines comerciales. Hasta ahora, se mantenía un límite de hasta cinco pedidos al año bajo este sistema.
Fuente: Ambito