Javier Milei llegó pasado el mediodía argentino a la ciudad de San Francisco, en Estados Unidos, donde se reunirá con distintos CEOs de empresas tecnológicas y ya mantuvo un encuentro con Sam Altman, de Open AI, creador de ChatGPT. “Aquí foto (...) luego de una maravillosa reunión sobre AI y las enormes posibilidades que brinda una Argentina libertaria”, remarcó esta noche el mandatario en sus redes sociales.
Además, la Oficina del Presidente difundió otra fotografía donde se observa a Altman y sus acompañantes, como así también a Milei, a su hermana la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y el ministro de Economía, Luis Caputo, entre otros. Este miércoles, en tanto, Milei se reunirá con los directivos de Google y Apple, mientras que para el jueves quedará el encuentro con Mark Zuckerberg, de META.
En el trayecto aéreo entre Buenos Aires y Los Ángeles el Presidente vio la foto del flamante jefe de Gabinete, Guillermo Francos, junto a sus ministros y al asesor Santiago Caputo, quienes posaron para una selfie en un café frente al Cabildo. “Le encantó”, deslizaron fuentes muy cercanas al mandatario.
La foto buscó comunicar la sintonía de la administración tras la salida de Nicolás Posse, sobre quien arreciaban las críticas internas. “Guillermo va a permitir aceitar la política”, afirmaron en el corazón libertario, ante una consulta de LA NACION en la Casa Rosada. Allí entienden que Francos no solo beneficiará la gestión puertas adentro, sino que también favorecerá el contacto con diferentes actores del sistema político.
Quienes conocen de cerca a Milei saben que ese desayuno, que terminó siendo transmitido por televisión cuando los movileros siguieron a Francos que salió caminando de la sede de gobierno, fue una ratificación de que el nuevo jefe de ministros es la persona ideal para atravesar este momento. “Guillermo es el enlace perfecto para este cambio de época que representamos, y el Congreso que es la vieja política”, dijeron las fuentes consultadas y abundaron: “Es la mejor forma de tender un puente entre el mundo de nuestra visión libertaria y el de la política. Y lo que permite llevar una transición más ordenada, algo que Posse no tenía”.
La salida de Posse, amigo de Milei desde hace casi 20 años, era un hecho desde hace días. Incluso hay quienes aseguran que el mandatario lo tenía decidido de forma “irreversible” desde hace dos semanas, pero que tal como dijo en una entrevista televisiva el jueves pasado, no habría cambios en su Gabinete hasta después de las definiciones alrededor de la Ley Bases. Sin embargo, todo se precipitó la tarde de este lunes, horas antes de que Milei partiera hacia su nueva gira.
Entonces arreciaron versiones de que el despido se produciría ese mismo lunes. No son pocos los rumores en los pasillos de Casa Rosada que ubican a Posse detrás de esa filtración con el objetivo, explican, de conseguir que Milei lo ratificara y así evitar que lo despidiera cuando se defina la Ley Bases. Lejos de esa posibilidad, Milei avanzó con su plan de desplazarlo y lo hizo una vez que los mercados estuvieron cerrados.
Lo que siguió fue una convocatoria de Milei a Francos para que lo visitara en Olivos. Promediaba la tarde del lunes y entonces le anunció que aquello que le había adelantado días atrás, ahora era un hecho: con Posse desplazado, Francos ascendería a jefe de Gabinete y absorbería bajo su área la cartera de Interior, que administró desde diciembre hasta ahora. La primera en enterarse del cambio fue Patricia Bullrich, titular de Seguridad y persona de extrema confianza del mandatario. La magnitud de la noticia y el que se la haya confiado es una muestra más del buen vínculo que los une.
Bullrich guardó silencio hasta que llegó el anuncio oficial, que fue “primereado” por la Jefatura de Gabinete, según describían en las filas oficiales. Posse informó su salida con un comunicado antes de esperar el de la Oficina del Presidente y en sus líneas habló de un nuevo rol que ocuparía y se comunicaría en los próximos días, lo que no fue acreditado por la misiva de la Presidencia. Posse también pareció jugar con la ironía de la palabra “fin” como utiliza habitualmente el vocero Manuel Adorni. Los manejos no extrañaron. “Desde que llegó al poder, se le subió a la cabeza”, describían distintas fuentes de trato directo con él.
La agenda
Tras concretar la decisión y firmar el decreto que marcó la salida de Posse y el ascenso de Francos, Milei partió a tomar el vuelo rumbo a San Francisco. La noche ya estaba avanzada en Buenos Aires y la compañía para una jornada intensa era ideal para el mandatario: su hermana Karina Milei; su ministro de Economía y por quien siente un afecto total, “Toto” Caputo; y el economista Demian Reidel, quien lidera el consejo de economistas ad honorem y se encargó de la organización de esta gira, con una bajísimo perfil.
Este miércoles, Milei tendrá encuentros con CEOs globales de empresas tecnológicas como Sundar Pichai (Google) y Timothy Cook (Apple). El jueves, en tanto, será el turno de Mark Zuckerberg, quien encabeza la compañía META.
En las más de 15 horas de vuelo, Milei se enteró de la foto, que no sabía que se haría, como así tampoco del desayuno. Cuando la vio, “le encantó”, aseguraron muy cerca de él. Las imágenes fueron acaso una forma de confirmar de algo sobre lo que el mandatario estaba convencido: que Francos era la persona que debía reemplazar a Posse. Una de las quejas que en las últimas semanas había recibido por parte de sus ministros era que Posse no les prestaba atención. Como contrapartida de eso, el mandatario sabía que a Francos, cuyo perfil ejecutivo y diálogo con las distintas terminales políticas es fluido, es “querido por todos los ministros. Con todos tiene buena relación y buen trato”, definían cerca de Milei.
Fuente: LN