Ante el mal número de inflación de marzo, y la previsible presión sobre el tipo cambiario que podría acentuarse a partir de este miércoles, el Banco Central decidió, en consenso con el Fondo Monetario, aplicar un retoque al esquema cambiario: dejará fijo hasta fin de año el actual nivel del techo y piso de las bandas cambiarias (o zona de no intervención). Se tomaron como referencia los valores del martes, por lo que el techo de la banda queda en $ 51,45 y el piso en $ 39,75.
Sin este cambio, a fin de año el techo de la banda hubiera sido de $ 59,6 y el piso de $ 46. Esto quiere decir que ahora la posibilida de que el Central intervenga vendiendo dólares está más cercana. El techo fijo no quiere decir que el BCRA le puso un tope al precio del dólar. Podría darse el caso de que, aún vendiendo 150 millones de dólares por día -la intervención permitida en el acuerdo firmado con el FMI- el dólar igual siguiera por encima de ese nivel. Eso llevaría al BCRA a vender otros 150 millones de las reservas, así hasta que el dólar cierre por debajo del techo de la banda.
El anuncio es, en cierta forma, una respuesta al reclamo de varios economistas que alertaban por la excesiva amplitud de la banda cambiaria, que dejaba espacio para fuertes movimientos del tipo de cambio sin que el BCRA pudiera hacer nada.
En refuerzo del sesgo contractivo de la política monetaria, Sandleris también anunció que, para no inyectar más pesos al mercado, el Central no comprará divisas si el tipo de cambio perfora el piso de la zona de no intervención, hasta el 30 de junio.
Pese a la muy mala noticia que significó la inflación de marzo, Sandlers, en conferencia de prensa , intentó dejar un mensaje optimista: aseguró que el alza inflacionaria es “un fenómeno transitorio” y consideró que “falta muy poco para que la inflación tome un sendero descendente”.
Fuente: Clarin.com