La investigación por el violento ataque ocurrido en el barrio Nueva Esperanza, donde el policía César Muga baleó a su ex pareja y luego se atrincheró en su vivienda, avanza con la recolección de pruebas clave que podrían definir su imputación final.
El fiscal Roberto Olcese, de la Unidad Fiscal Especial de Género, Familia y Violencia Sexual, solicitó la duplicidad de plazos. El pedido busca extender el tiempo legal disponible para formalizar la acusación, mientras se aguardan los resultados de las pericias balísticas y psicológicas.
Uno de los puntos centrales que se busca esclarecer es si Muga actuó bajo un brote psicótico al momento del hecho. Para ello, especialistas en salud mental trabajan en una evaluación integral del imputado, mientras que el análisis balístico busca confirmar detalles técnicos del disparo y el arma utilizada.
Muga continúa internado en el Hospital Cullen, fuera de terapia intensiva y bajo custodia policial. Su ex pareja, Estela, permanece en terapia intensiva en el Hospital Iturraspe, con asistencia respiratoria y estado reservado.
Los delitos que se le atribuyen provisoriamente al agente policial son homicidio agravado por mediar violencia de género, en grado de tentativa, y resistencia a la autoridad. La calificación podría modificarse según lo que arrojen los peritajes.


