El juez Sebastián Casanello procesó a Claudio Ariel De Vicentis, jefe de Seguridad de Nordelta, por desobediencia, encubrimiento y entorpecimiento de un acto judicial. Según la investigación, De Vicentis habría alertado a Kovalivker sobre el operativo, lo que le permitió salir del barrio en un Audi S3 antes de ser requisado y dejar su caja de seguridad revuelta.
El escrito judicial sostiene que la conducta de De Vicentis frustró el factor sorpresa y alteró la efectividad de las medidas. Además, se probó que dio instrucciones a los vigiladores para que no colaboraran con la policía, que ordenó una falsa denuncia al 911 contra los agentes que participaban del procedimiento y que usó su posición para obstaculizar el accionar judicial.
Mensajes de WhatsApp incorporados a la causa revelan un “protocolo no escrito” dentro del área de Seguridad de Nordelta para no facilitar información a las fuerzas de seguridad ni permitir procedimientos sin intervención de abogados del complejo.
El juez destacó que De Vicentis incurrió en contradicciones en su declaración, ya que afirmó no conocer a Kovalivker, pero luego dio detalles de su vivienda y de sus vecinos. También quedó en evidencia que se comunicó con superiores a través de un segundo teléfono, preocupado por cubrir la situación de los empresarios investigados.
Este desprendimiento de la causa por los audios de coimas fue remitido por Casanello a la Justicia Federal de San Isidro, con jurisdicción sobre Nordelta, que ahora deberá continuar la investigación.

