Los cambios en la economía también se reflejan en las góndolas. En la ciudad de Santa Fe, un comerciante ubicado sobre Aristóbulo del Valle al 4600 aseguró que la venta de productos de limpieza sueltos mostró una recuperación en septiembre, con un repunte cercano al 15% respecto de los meses anteriores.
“Junio y julio fueron malos, se notó una baja fuerte en el consumo. Pero en septiembre la gente volvió a comprar, especialmente lo que es suelto”, contó el propietario del local, que además de ofrecer artículos de marcas reconocidas, fabrica y comercializa productos fraccionados.
De acuerdo con su testimonio, los artículos sueltos —como detergentes, jabones líquidos, suavizantes y limpiadores multiuso— están ganando cada vez más espacio en la preferencia de los clientes. “Hoy vendo más de lo que fabrico que de lo que viene envasado de fábrica. La diferencia de precios es clave: con el mismo dinero, el cliente se lleva más cantidad y puede estirar el presupuesto familiar”, explicó.
El fenómeno se inscribe en un escenario de consumo marcado por la inflación y la búsqueda de alternativas más accesibles. En muchos casos, los consumidores optan por llevar envases propios para recargar, lo que no solo representa un ahorro sino que también se percibe como un gesto ecológico.
El comerciante señaló que, si bien las marcas reconocidas siguen teniendo salida, los productos sueltos se convirtieron en la primera opción para gran parte de los compradores. “El cliente cuida el bolsillo, pero también se lleva un producto de buena calidad. Eso hace que vuelva”, destacó.

