La historia de Nata, un adolescente santafesino de 14 años, conmovió a miles de personas en todo el país y generó una respuesta sin precedentes en el sistema de adopciones. A través de un video que se viralizó en redes sociales, el joven decidió pedir en primera persona lo que desea desde hace años: una familia. Su testimonio, atravesado por el abandono, la violencia y la institucionalización, despertó una ola de solidaridad que ya se tradujo en más de 500 familias interesadas en adoptarlo.
“Hola, soy Nata. Mi deseo para esta Navidad es tener una familia”, dice el adolescente al comienzo del video, grabado con un árbol navideño de fondo. En pocos minutos, relata su anhelo de sentirse cuidado, contenido y amado, algo que —según cuenta— nunca pudo experimentar. La convocatoria pública nacional, impulsada con aval judicial, se convirtió en la más convocante de la historia reciente en Santa Fe, con inscriptos no solo de distintas provincias argentinas, sino también de Estados Unidos, Centroamérica y Europa.
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Nata vive desde hace un año en un centro residencial de Rosario, aunque su paso por el sistema de protección comenzó mucho antes. A los 7 años fue separado de su familia por situaciones de violencia. Su madre estuvo privada de la libertad y su padre fue detenido por maltratos. Tras intentos fallidos de revinculación y el cuidado transitorio de otros familiares, en 2024 su madre manifestó ante la Justicia su decisión de darlo en adopción. Desde entonces, el adolescente transita una etapa marcada por la espera y el deseo de construir un nuevo proyecto de vida.
Fue el propio Nata quien pidió avanzar con una convocatoria pública. Actualmente cursa segundo año del secundario, le gusta hacer deporte, ir al gimnasio, nadar y compartir tiempo con amigos. Quienes lo acompañan destacan su carácter resiliente, su sensibilidad y su capacidad para expresar lo que siente.
Desde la Justicia explicaron que la declaración de adoptabilidad fue dictada en noviembre y que el video se realizó con el acompañamiento de organizaciones especializadas. Ahora, el Registro Único de Aspirantes a Guarda con fines Adoptivos (Ruaga) deberá depurar el listado de interesados y avanzar con entrevistas y evaluaciones, priorizando perfiles acordes a los deseos del adolescente y la cercanía geográfica.
En Santa Fe hay actualmente unas 137 convocatorias públicas abiertas para niños, niñas y adolescentes de entre 9 y 17 años. Sin embargo, el 90% de los aspirantes registrados manifiesta disponibilidad solo para adoptar niños de hasta 8 años, lo que deja a los adolescentes con menos oportunidades.
La repercusión del caso de Nata volvió a poner en agenda la necesidad de visibilizar la adopción de chicos más grandes. “No es un tabú adoptar a un adolescente. Es un niño con derechos, con una vida por delante y con necesidad de una familia”, remarcaron desde su entorno legal.
Mientras el proceso avanza, Nata espera que su pedido, esta vez, encuentre una respuesta definitiva: la posibilidad de dejar atrás la institucionalización y empezar una nueva historia en familia.

