River consiguió otro hito en la era Gallardo: derrotó 3-0 a Atlético Paranaense y se consagró campeón de la Recopa Sudamericana. Ignacio Fernández, de penal, abrió el marcador para el "Millonario". Y, en tiempo de descuento, Lucas Pratto y Matías Suárez estiraron la diferencia y lograron revertir el 0-1 que había sufrido el elenco de Núñez en Curitiba.
Le costó romper el partido al campeón, que logró la Recopa por tercera vez en su historia. Pero nunca dejó de intentar, desde la presión extrema, desde la personalidad de Pratto y de Ponzio, desde la muñeca del entrenador, que otra vez acertó en los cambios (claves De la Cruz y, sobre todo, Suárez). Y tuvo premio cuando el partido parecía encaminarse hacia el alargue.
El conjunto brasileño advirtió que si esperaba a River podía pasarla mal. En consecuencia, buscó presionar en la salida, forzando en muchas ocasiones a que la defensa saltara líneas para poder superar la barrera. Sin embargo, cuando el "Millonario" pasó de presionado a protagonista de la asfixia, se sintió más cómodo y sometió a Paranaense, con un ritmo de pressing infernal. A los 13 minutos, tuvo la primera gran chance de gol: combinó por derecha y el control dejó a Ignacio Fernández de frente al arco; su remate hizo temblar el palo.
Con Leonardo Ponzio como emblema de la actitud y el empuje, River fue transformando las recuperaciones altas en oportunidades de convertir. A los 17 minutos, Pratto cabeceó el centro preciso de Angileri, pero no le dio la potencia necesaria y atenazó el arquero Santos. Y a los 22, el portero se estiró para desviar el remate esquinado del "Oso".
Pero en los oasis en los que pudo bajarle el ritmo al juego y logró salir del ahogo, desde la pausa de Luis González, Atlético mostró su astucia. Como símbolo, quedó la acción que elaboró a los 31 minutos: Rony se despegó por derecha, encontró a "Lucho" por el medio y Franco Armani exhibió toda su jerarquía.
En el inicio del complemento, River redobló la presión y la apuesta. Salió Palacios para dejarle su lugar a De la Cruz, ubicado como interior, para aparecer en la zona de gestación y aportar gambeta en pos de hallar espacios. Sin embargo, a los dirigidos por Marcelo Gallardo les costaba quebrar la férrea línea defensiva del visitante. Hasta que llegó el centro desde la izquierda, a Pinola le quedó el rebote, remató, y dio en la mano de Luis González. El árbitro Roberto Tobar se apoyó en el VAR, observó la jugada en la pantalla y sancionó el penal.
Pero no fue tan simple el desahogo para los 70.000 personas que coparon el Monumental. A los 63 minutos, "Nacho" González ejecutó, Santos desvió, el balón dio en el palo, y el propio mediocampista tomó el rebote para anotar el 1-0.
Inmediatamente, Gallardo mandó al campo a Matías Suárez, con característica de asociación, por Borré, un delantero más directo. A los 75′, el ex Belgrano envió un buen centro que "Nacho" impactó mordido, en una buena posición. A esa altura, el desgaste empezó a notarse en River. Armani volvió a ser convocado cuatro minutos después, ante un intento de Renán Lodi: el guardameta sacó al córner.
Y Suárez fue la llave. Cuando el árbitro dio seis minutos de descuento, el delantero que irá a la Copa América le dio una habilitación magistral al incansable Pratto (ovacionado repetidamente), quien controló y definió por debajo del cuerpo del arquero. Y Suárez, gambeteando al portero, anotó el 3-0 para terminar de desatar la fiesta.
El campeón de la edición 2019 consiguió un cheque de 1.250.000 dólares y el subcampeón se quedó con 750.000 de la moneda norteamericana. River logró este trofeo por tercera vez en su historia: en 2015, superó a San Lorenzo, y 2016 hizo lo propio contra Independiente Santa Fe, de Colombia.
Se trata del décimo título desde que Gallardo asumió como técnico del "Millonario", a mediados de 2014. Un ejemplo de hambre, que quedó probado en las declaraciones de Pratto: "Ahora vamos por la Copa Libertadores".
Fuente: Infobae