Con un primer tiempo a pura efectividad y un triplete del delantero Lautaro Martínez, la Selección argentina goleó por 4 a 0 a México, que perdió el invicto que ostentaba desde la llegada como DT del argentino Gerardo Martino, en el cierre de la gira por Estados Unidos por la fecha FIFA.
El "Toro" Martínez, delantero del Inter del Milán, demostró su hambre de gol al convertir cada vez que quedó frente al arquero "Memo" Ochoa, los 17, 22 y 39 minutos, y además generar el penal que cambió por gol Leandro Paredes, a los 33. Por eso, en una ráfaga de 22 minutos, la Selección conducida por Lionel Scaloni resolvió el partido que, en los papeles, era más complejo después del empate 0-0 ante Chile, con muchas bajas, el jueves pasado.
Además, la victoria albiceleste significó el final del invicto de once encuentros que registraba Gerardo "Tata" Martino desde que asumió como entrenador de México, al tiempo que estiró a diez la cantidad de partidos sin perder ante los "aztecas".
Fue un primer tiempo perfecto para la Argentina, que le ayudó a redondear una sólida actuación en la que minimizó a México, que ni siquiera pudo patear claro al arco defendido por Esteban Andrada.
El 4-1-4-1 que planteó Scaloni le hizo tener muy presionados a los recepctores mexicanos y obligó a saltear todo el tiempo o tomar riesgos que terminaron siendo fatales. Porque a partir de una recuperación de Leandro Paredes - figura albiceleste- encontró a Martínez que con espacio encaró a puro amague dentro del área, antes de definir de zurda y cruzado.Enseguida, otro mal cierre de Araujo, que rechazó sobre la presión de Martínez, le dejó servida la pelota a Palacios, que con toda claridad habilitó al delantero del Inter, que otra vez de zurda definió ante Ochoa para el 2-0.
La inmaculada noche de Martínez se prolongó a los 33 minutos, cuando hizo una pirueta en el área para tratar de centrar y encontró la mano estirada de Salcedo, que provocó el penal. Paredes, que era el designado para ejecutar, no permitió a Martínez patear y se hizo cargo del remate, que si bien tuvo el toque de Ochoa, se convirtió en el 3-0.
Como si fuera poco, la efectividad albiceleste se amplió a los 37 minutos, cuando Palacios recuperó contra tres rivales en el círculo central y habilitó a Martínez, que a pura potencia ganó la cuerda y le rompió el arco a Ochoa.
El 4-0 era gigantesco para el desarrollo de un partido que había sido muy trabado de arranque, con pierna fuerte y protestas, pero que premió la mayor ambición de la Argentina.
Fuente: NA