En el atardecer de este miércoles, cientos de santafesinos y santafesinas dejaron sus ocupaciones de lado y se unieron en un grito cargado de dolor y hartazgo. Pasadas las 19, una verdadera multitud llegó a Urquiza al 2200, al local de la familia Cabal, para manifestar su indignación y reclamar justicia por el asesinato de Julio, ocurrido este martes por la tarde durante un asalto.
Desde allí, marcharon hacia Casa de Gobierno para exigir a las autoridades el esclarecimiento de la muerte.
El caso
Este martes pasado el mediodía un delincuente ingresó a la fiambrería ubicada en Urquiza al 2200, donde Julio Cabal se encontraba trabajando junto a una empleada. Quiso salir en defensa de la mujer y forcejeó con el asaltante, quien efectuó disparos, uno de ellos le dio en el corazón.
Fue trasladado gravemente herido por su propio padre hasta el Hospital Cullen, donde fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia pero, pese a los esfuerzos del personal médico, su corazón no resistió y falleció.
La muerte del muchacho conmovió a toda una ciudad, la indignación se apoderó de las redes sociales y las calles. Tal es así que la respuesta de la policía no tardó en llegar, esa misma tarde fue el jefe de la Unidad Regional I, Ricardo Motta, quien se responsabilizó por lo ocurrido: “Nos hacemos cargo de la responsabilidad, esto es una falla en la prevención que debemos desempeñar”, manifestó el funcionario ante la prensa.
Un día después, el propio ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, anunció la intervención de la Unidad Regional I. por 30 días. El subjefe de la Policía provincial, Carlos Pross estará a cargo de la misma.
En tanto, desde el Gobierno de la provincia, a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, se ofreció una recompensa por un millón de pesos en total a distribuir entre quienes aporten datos útiles, relevantes y decisivos para el esclarecimiento del crimen.