Entre los 400 invitados acreditados al primer debate presidencial, se garantizó desde la Cámara Nacional Electoral la presencia de vecinas y vecinos. Gianella Hartwig, Agostina Tibaldo, Gerardo Pinto y Diego García se habían inscripto, junto con otras 500 personas que aspiraban a ocupar alguno de los cinco lugares liberados en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). La quinta ciudadana que había sido sorteada no reside en Santa Fe y no pudo viajar el domingo para sumarse al grupo.
Gerardo Pinto es de Diamante, Entre Ríos, pero cursa en Santa Fe el último año de la carrera de Medicina. Para él, estar presente en el debate del domingo era la posibilidad de “ver cara a cara a los candidatos, escuchar no solo lo que dicen en la propaganda. Se pueden ensayar muchas cosas, pero cuando estás en vivo, en frente a las personas, la situación cambia totalmente. En vivo también se pueden leer las actitudes de las personas. Yo creo que la palabra es lo que te convence y es muy importante en una persona, sobre todo de alguien que puede decidir lo que va a pasar de aquí en adelante. Creo que cuando una persona tiene decisión y palabra, se le nota cuando habla. Eso no se ensaya”.
“Me encantan los debates, sobre todo de política”, dijo antes de ingresar al Paraninfo Gianella Hartwig oriunda de Chajarí, Entre Ríos, quien este año comenzó a estudiar Ciencias Jurídicas y Sociales en la UNL. Para ella, “los debates son necesarios para aquellos que están en duda, y para conocer en profundidad las propuestas de los candidatos a la presidencia”. Los consideró “una instancia mucho más cercana, una oportunidad para poder conocerlos de una manera diferente”.
Participación democrática
Decidida a no desaprovechar la oportunidad que había obtenido por azar, Agostina Tibaldo regresó en la noche del domingo a Santa Fe desde Llambi Campbell, la localidad donde nació, a unos 50 km de la capital provincial, y a la que había ido para pasar el fin de semana. Egresada de la carrera de Ciencias Políticas e investigadora, contó que al momento de inscribirse tenía la intención de “poder ver el debate en el momento preciso y no mediado por una cámara. Ver el detrás de escena y poder participar en ese sentido”. Abocada al estudio de los partidos políticos y los sistemas electorales, consideró que “además de los dos minutos de exposición, presenciando el debate puedo ver lo que hay detrás, el trabajo de asesores, de la prensa, lo que no se ve en la tele. Quiero captar esos momentos. Esa es mi intención”.
La participación democrática, dijo Tibaldo, “no es solamente ir a votar”. Lo importante es que como ciudadanos “podamos participar en este tipo de eventos, que conozcamos las propuestas de los candidatos, que se hagan dos debates, que se sigan haciendo y sean obligatorios”.
Calidad institucional
Diego García por su parte, consideró que el debate es la oportunidad “de ver a los candidatos expresarse bajo la exigencia de los representados que somos nosotros. Este en particular es además una oportunidad histórica, en Santa Fe, la ciudad donde nací”.
Con relación a la dinámica y la utilidad de esta instancia consideró que “más allá de ser perfectible, la idea es poder colaborar con una mejor calidad institucional. Creo que más que un debate por todo lo que se ha dicho será una presentación, que de todas maneras vuelca mucha información y va a ser interesante lo que va a suceder después respecto a las declaraciones que luego se podrán contrastar en sitios como chequeados.com y otras plataformas”.
Fuente: Prensa UNL