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La actividad económica santafesina continúa en recesión

27 de enero de 2020


En noviembre de 2019, la actividad económica de la provincia de Santa Fe, se contrajo, nuevamente, un 0,2%, respecto de octubre. Esta situación da como resultado una tasa del 0,3% para los primeros once meses del período e implica que la recesión se ha prolongado por prácticamente dos años consecutivos.

Además, el informe agrega que la tasa interanual de actividad económica (noviembre de 2019 versus noviembre de 2018), fue de -0,8%.

Las series que tuvieron una variación positiva fueron las siguientes: faena de ganado bovino y porcino, 2%; hidrocarburos para la industria y el transporte, 1,6%; consumo de energía eléctrica industrial, 0,6% y ventas en supermercados, 0,1%. El patentamiento de nuevos vehículos y la producción láctea no registraron cambios: 0,0%

Los sectores con variaciones negativas fueron los siguientes: puestos de trabajo, -0,2%; remuneraciones reales, -0,6%; recursos tributarios, -0,7%; consumo de cemento, -0,8%; demanda laboral, -1,5%; venta de maquinarias agrícolas, -1,9%; consumo de gas industrial, -2,0% y molienda de oleaginosas, -3,5%.

A un mes de la finalización del año, la variación interanual del ICASFe se ubicó en -0,8%, en línea con la persistencia de fase recesiva que registra la actividad económica provincial.

El CES señala a modo de síntesis que el mes de noviembre fue el inmediato anterior a la formalización de los cambios de gestión tanto a nivel provincial como nacional. “En dicho período, ya el sector agropecuario había dejado de figurarse como el motor de la actividad económica provincial, siendo que sólo la faena de ganado continuaba en franco crecimiento, mientras que el resto de los indicadores empezaron a consolidar una caída. En este sentido es importante destacar las dificultades en la cadena de pagos que enfrenta el sector”, sostiene el informe.

Por otro lado -continúa el CES- se registró una nueva aceleración de la inflación que impacta sobre poder adquisitivo de los asalariados registrados, provocando una continuidad en la caída interanual del consumo minorista; así como también en los niveles de inversión en bienes durables.