El ex ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay advirtió que la cuarentena "destrozó a la economía", y cuestionó al Gobierno por "escuchar solo la visión de los infectólogos". Según el ex funcionario, el aislamiento obligatorio "cumplió su propósito en términos de que nunca vimos la curva" de contagiados, porque en la Argentina "no está sucediendo lo que sucedió en todos los otros países, donde la cosa se aceleraba".
"Pero para frenar esa curva, hemos destrozado la economía", se quejó Prat Gay, quien a la vez admitió que la Argentina "no ha sido el único país que ha tomado estas decisiones". "Hay algunas excepciones como por ejemplo Suecia, que no hizo cuarentena y no tuvo 40 mil muertes. Tuvo 2500, que es un montón, pero no tuvieron 40 mil", añadió, en declaraciones al canal LN+. Además, sostuvo que "el golpe fuerte a la economía no es el virus, no es una guerra que destruye valor. Lo que está destrozando la economía son las reacciones de los Gobiernos para que el virus no contagie a sus ciudadanos". "Cada semana de cuarentena se pierde la mitad de lo que normalmente se hubiera producido", enfatizó.
Para el economista, el Gobierno "no se deja ayudar ni por los miembros del gabinete, porque escucha solo la visión de los infectólogos; ni por otros argentinos bien intencionados como la oposición, que hasta ahora ha demostrado vocación de acompañar y ayudar en un momento tan difícil".
Por otra parte, Prat Gay hizo referencia a la renegociación de la deuda externa: "hasta el Gobierno actual reconoce que el monto de la deuda no es el problema. Una cosa es lo que dice para la tribuna y otra cosa es lo que dice cuando presenta la oferta. Ningún país se estrella por una deuda del 15% de su PBI", consideró.
El ex ministro aseguró también que un default "sería muy malo para la Argentina, pero peor para los acreedores". "Por eso, si no resuelven este tema es porque no quieren resolver. Si vamos a un default es un fracaso del que no supo negociar", sentenció.
Por último, dijo que sería conveniente "desdoblar el mercado cambiario" porque, evaluó, "no está claro qué quiere hacer el Gobierno con el dólar".