Inspirada por una publicación en las redes sociales que mostraba cómo fueron incubados unos huevos de codorniz, una mujer decidió hacer el misma experimento con unos huevos de pato comprados en un supermercado de Hertfordshire (Reino Unido).
Al llegar a su casa, Charli Lello, de 29 años, los colocó en una incubadora. Pese a la emoción que le generaba su plan, sabía que las posibilidades de que nacieran no eran muchas. Sin embargo, un mes después observó cómo tres polluelos rompían el cascarón.
Lello bautizó a los patitos como Beep, Peep y Meep, que ahora hasta tienen un perfil de Instagram. Según contó, la razón por la que hizo la prueba fue porque está sin trabajar, por lo que cuenta con el tiempo suficiente para asistirlos hasta que crezcan y ya no la necesiten durante todo el día, algo que en circunstancias normales no hubiese sido posible.
Por su parte, un vocero del supermercado Waitrose explicó que los huevos fertilizados son seguros para comer y no hay diferencia con los demás. Mientras, desde Clarence Court Farms, el productor, declararon que hay muy pocas posibilidades de que un pato pueda nacer de uno de sus huevos, pero "no es imposible" que ocurra.
fuente - ViralEs