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A 10 años de la “triple fuga” de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci: el raid delictivo que mantuvo en vilo a Santa Fe

El 27 de diciembre de 2015, Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci escaparon de una cárcel de máxima seguridad y desataron una cacería sin precedentes. Durante 15 días protagonizaron robos, secuestros y tiroteos entre Buenos Aires y Santa Fe, hasta ser recapturados y condenados a prisión perpetua.

27 de diciembre de 2025


El 27 de diciembre de 2015 quedó marcado como uno de los episodios más impactantes de la historia criminal reciente de la Argentina. Ese día, Martín y Cristian Lanatta, junto a Víctor Schillaci, se fugaron del penal de máxima seguridad de General Alvear y dieron inicio a una huida que se extendió durante 15 días, movilizó a más de mil efectivos de distintas fuerzas y mantuvo en vilo a todo el país.

Los tres condenados cumplían prisión por el triple crimen mafioso de General Rodríguez, vinculado al tráfico ilegal de efedrina, que tuvo como víctimas a Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. La evasión comenzó cerca de las 2.30 de la madrugada, tras una planificación previa que incluyó la complicidad interna dentro del Servicio Penitenciario.

Para concretar la fuga, los detenidos redujeron a un guardiacárcel y escaparon en un Fiat 128, llevando al agente como rehén durante algunas cuadras, hasta abandonarlo ileso. Luego continuaron la huida en una camioneta, rumbo al sur del conurbano bonaerense.

Mientras se desplegaba un operativo de búsqueda a gran escala, la Justicia ordenó la detención del penitenciario César Tolosa, quien más tarde fue excarcelado por falta de pruebas. También fue arrestado Marcelo “El Faraón” Melnyk, señalado como presunto facilitador de la fuga, aunque negó haberles brindado armas o dinero y aseguró que los prófugos estuvieron apenas “cinco minutos” en su propiedad.

Durante los días siguientes, los Lanatta y Schillaci cambiaron su apariencia para eludir los controles. Sin embargo, el 30 de diciembre fueron interceptados en un control vehicular en la localidad bonaerense de Ranchos y abrieron fuego contra los policías Fernando Pengsawath y Lucrecia Yudati. Ambos resultaron gravemente heridos: Pengsawath permaneció un mes en coma y Yudati debió ser sometida a más de 70 intervenciones quirúrgicas.

La fuga continuó con robos y amenazas. El 1 de enero de 2016, la exsuegra de Cristian Lanatta denunció que los delincuentes ingresaron a su vivienda y le robaron dinero y una camioneta Renault Kangoo. En paralelo, fueron detenidos y luego liberados Marcelo Mallo, exjefe de Hinchadas Unidas Argentinas, su hija y su yerno, acusados de encubrimiento.

Con el cerco cada vez más estrecho, los prófugos abandonaron la provincia de Buenos Aires y se dirigieron hacia Santa Fe. El 7 de enero protagonizaron un nuevo enfrentamiento armado con efectivos de Gendarmería Nacional, a quienes hirieron durante un operativo. Luego asaltaron a un ingeniero agrónomo, robaron una camioneta Amarok y la plotean con insignias de Gendarmería para continuar la fuga.

El punto de quiebre llegó en la localidad santafesina de Cayastá, donde la camioneta volcó. Tras el accidente, Martín Lanatta fue detenido en el lugar, mientras que Cristian Lanatta y Schillaci lograron escapar a pie. Quince días después del inicio de la huida, ambos fueron finalmente capturados en un campo arrocero, exhaustos y sin posibilidades de continuar.

Tiempo después, Schillaci reconoció que la fuga terminó por el desgaste físico y la falta de agua, mientras que Martín Lanatta aseguró que la evasión había sido “armada” con la colaboración de personal penitenciario.

Por los hechos ocurridos durante la denominada “triple fuga”, se llevaron adelante cuatro juicios orales que concluyeron con múltiples condenas. En 2018, el Tribunal Oral en lo Criminal N.º 1 de La Plata condenó a los tres por la fuga del penal. Ese mismo año, el Tribunal Oral Federal de Santa Fe impuso nuevas penas por los enfrentamientos armados y los robos cometidos durante la huida.

Finalmente, en febrero de 2020, la Justicia condenó a los hermanos Lanatta a 13 años de prisión y a Schillaci a 7 años por el ataque a los policías en Ranchos. Todas las penas se sumaron a la prisión perpetua que ya cumplían por el triple crimen de General Rodríguez.

A una década de aquellos días, la “triple fuga” sigue siendo recordada como uno de los operativos de búsqueda más extensos y complejos del país, y como un caso emblemático de fallas estructurales en el sistema penitenciario y de seguridad.