El 4 de abril del año pasado, un socavón se abrió sobre el cantero central de Bulevar Pellegrini en la intersección con 9 de Julio. En ese momento, un hombre que transitaba por el lugar salvó su vida de milagro, cuando cayó al pozo luego que el suelo cedió abruptamente.
Domingo García, mecánico de 65 años, recordó ese momento por Veo Noticias: “la verdad que Dios me dio otra oportunidad. Porque después de lo que pasó uno toma dimensión de lo que podría haber pasado y gracias a Dios no pasó. Ese día había cerrado el taller y tenía que ir a buscar un auto. Me voy a buscar ese auto y cuando cruzo la mano que va de este a oeste, que llego al cantero central, cuando piso al cantero central, se quiebra el pavimento, la rampa, se quiebra y pasé para abajo. Quedé colgado del brazo derecho, del cordón, del cordón amarillo. Me empiezo a caer, alcancé a mirar para abajo, veía agua que corría abajo, resultaba ser la cloaca. Salí de ahí como un gato, viste, con lo asustado que estaba, bueno, así salí yo de ahí, dolorido, todo mojado, con frío, y no podía respirar porque me había golpeado fuerte acá en la zona intercostal. Los chicos que salían de la facultad me asistieron, me preguntaron si me había descompuesto, porque nadie había visto el boquete.
“Me queda algo de angustia todavía, de lo que podría haber pasado, mi familia, buscándome por la cloaca, hubiese sido una muerte rara. Todos los días vemos gente que muere, que fallece en un accidente, en un infarto, pero esto de caerte en una cloaca y que te estén buscando en la cloaca hubiese sido raro. Todas cosas que pensás después. Todas cosas que angustian. Yo que no creo en los psicólogos, terminé en un psicólogo. Porque en los meses posteriores no dormís, es increíble, estás angustiado, llorando en todos los rincones. Terminé en un psicólogo, y bueno, me acomodó la cabeza”, agregó Domingo.