El Tribunal Oral N°7 de San Martín absolvió este jueves a Eva Analía de Jesús, más conocida como “Higui”, quien había sido acusada de "homicidio simple" por haberse defendido de un intento de violación grupal en 2016.
Cientos de personas de diferentes organizaciones sociales que seguían el juicio en los alrededores del tribunal, celebraron el fallo que sienta un precedente histórico.
El juicio había iniciado el martes y el fallo estaba previsto para la próxima semana, pero durante la jornada de este jueves se adelantaron sorpresivamente los alegatos. Cabe recordar que el fiscal de cámara había pedido 10 años de prisión para "Higui" acusándola de haber dado muerte a uno de sus abusadores durane el aberrante hecho ocurrido en octubre de 2016.
Organizaciones de lesbianas, el movimiento feminista y transfeminista fueron quienes en los últimos años dieron a conocer el caso, con diferentes acciones que exigian su libertad, ya que Eva de Jesús estuvo ocho meses presa hasta que la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria.
“Una lesbiana se defendió y con la lucha se logró la absolución”, cantaban las organizaciones al conocerse esta noche la sentencia que benefició a la mujer de 47 años.
Después de más de tres horas de audiencia durante la cual desfilaron cuatro testigos y prestó declaración la propia acusada, los jueces Gustavo Varvello, Germán Saint Martin y Julián Descalzo decidieron adelantar los alegatos y el veredicto, previstos inicialmente para el martes de la semana próxima.
En consecuencia, las y los manifestantes que desde hace tres días mantenían cortada la avenida Balbín al 1700 frente a los Tribunales para reclamar la absolución de esta cartonera y futbolista, fortalecieron su presencia en el lugar para que se escuchara más fuerte el grito de "Yo también me defendería como Higui".
Antes de los alegatos, en la tercera jornada del juicio, había declarado una mujer policía que asistió a "Higui" en el lugar de los hechos y en la comisaría, tres peritos –dos oficiales y uno de parte- y la propia acusada, que pidió hacer uso de su derecho para proclamar su inocencia.
"Quería declarar, tenía muchas ganas de hacerlo. Me siento mejor", dijo tras haber dado testimonio ante el tribunal por poco menos de una hora, reiterando su versión de los hechos de una manera "muy clara", según testigos de la sala.
Por otro lado y según se pudo reconstruir por fuentes judiciales, la mujer policía había dado fe durante su declaración de la magnitud de los golpes que había recibido Higui durante el ataque.
"Esa policía dijo que estaba muy golpeada y que iban a cada rato a la celda a verla para que no convulsionara o para chequear que no estuviera quebrada. Eso es muy importante porque convalida el relato de Higui", dijeron las fuentes.
Durante los días trascurridos de juicio, declararon siete amigos y familiares de Cristian Espósito (28) –el hombre fallecido-, incluyendo al otro atacante de Higui –de nombre Sandro- que también lo hizo como testigo.
Una perito forense ofreció detalles de cómo se produjo la única puñalada que resultó mortal, que hechó por tierra el testimonio de los abusadores y la familia del fallecido, que insistían en una puñalada "a traición" y no por defensa propia ante la violación de la que era víctima "Higui".
Además de las partes, en la audiencia de hoy estuvieron también la directora de protección del Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad, Romina Chiesa; la veedora del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Indiana Guereño; la militante de la organización lésbica Las Safinas Viviana Figueroa; y psicóloga de Higui, Raquel Disenfeld.
En intento de violación sexual grupal justificada por los abusadores como "correctiva" ocurrió el 16 de octubre de 2016 en Lomas de Mariló, un barrio vulnerable de Bella Vista donde la mujer había ido visitar a su hermana por el Día de la Madre.
Y a pesar de la denuncia de intento de violación grupal que realizó la propia "Higui" y que fue encontrada desvanecida en el lugar de los hechos, con traumatismos en diferentes partes del cuerpo, el pantalón y la ropa interior rotos; el hecho nunca se investigó como tal, y los abusadores lejos de ir presos oficiaron de testigos contra su víctima por la muerte de uno de sus cómplices.
Fuente: Télam