Una nueva alarma se enciende en la lucha contra el juego clandestino en la provincia de Santa Fe. Las redes de apuestas ilegales online no solo apuntan a captar a un público cada vez más joven, sino que ahora también los reclutan para que actúen como intermediarios o “cajeros” del sistema. Así lo advirtió el director de Asuntos Legales de la Lotería de Santa Fe, Javier Signorini, quien detalló el preocupante fenómeno que suma un eslabón más a la cadena delictiva.
En declaraciones a Veo Noticias, Signorini explicó que estas redes operan a través de jóvenes que se convierten en la cara visible del negocio ilegal en barrios y escuelas. “Estos cajeros son los nuevos punteros del juego ilegal. Pueden ser mayores o menores de edad. Les permiten abrir usuarios y cargar dinero a terceros sin pedirles ningún dato”, alertó el funcionario.
El mecanismo es simple y efectivo: los intermediarios reciben dinero en efectivo o a través de billeteras virtuales y lo acreditan en las cuentas de los apostadores dentro de las plataformas ilegales. De esta manera, el sistema logra bancarizar fondos que, en gran parte, circulan en la informalidad, y a su vez, mantiene en el anonimato a los verdaderos dueños del negocio.
El problema se agrava cuando los premios no se pagan, una ocurrencia común en estos sitios no regulados. “Cuando el casino no paga los premios, los jugadores terminan reclamándoles a ellos, lo que genera situaciones de violencia”, señaló Signorini, exponiendo el alto riesgo al que se someten estos jóvenes.
Una adicción invisible y de fácil acceso
El director legal de la Lotería enfatizó la creciente preocupación por la ludopatía digital entre los adolescentes, un problema que avanza de forma silenciosa. “Lo que antes era impensable -ver a un chico entrando a un casino- hoy sucede desde un teléfono celular y sin control”, graficó. La facilidad de acceso a través de cualquier dispositivo móvil y la falta de supervisión parental crean un cóctel peligroso.
“Los chicos apuestan sin que los padres lo sepan. Se trata de una adicción sin sustancia, una adicción invisible. Nos enteramos cuando ya hay deudas y conflictos familiares”, advirtió Signorini. La ludopatía digital no deja rastros visibles como otras adicciones, y cuando las consecuencias económicas y emocionales salen a la luz, el problema ya ha escalado.
Desde la Lotería de Santa Fe se han radicado numerosas denuncias contra sitios web ilegales, logrando el bloqueo de cientos de plataformas. Sin embargo, la naturaleza de la web permite que estos sitios reaparezcan rápidamente con otros nombres y dominios, haciendo de la persecución una tarea compleja y constante. Por ello, Signorini insistió en la importancia de la prevención y la concientización de las familias para encender las alarmas antes de que sea tarde.

