El real volvió a devaluarse este miércoles con respecto al dólar y reafirmó la preocupación de la industria local por el impacto que causa, y seguirá causando, en la producción argentina. Brasil es el principal socio comercial del país y aunque las exportaciones e importaciones entre ambos se explican, principalmente, por los niveles de actividad, el efecto precio también influye.
Tanto es así que en varios sectores industriales no sólo están mirando con inquietud lo que sucede con la moneda del vecino país, en un contexto de flexibilización de las importaciones y de apreciación del peso argentino, sino que también están sustituyendo parte de producción local, en algunos casos.
“Este tema explotó en los últimos días. Si bien Brasil venía devaluando, no parecía que era un proceso que se estuviera yendo de control. Ahora queremos saber cómo se va a controlar si eso pasa”, dijo a Infobae un directivo de la UIA, antes del encuentro de comité ejecutivo de la entidad, el último semanal antes del receso por vacaciones. De hecho, el tema estaba en el temario del encuentro.
La mayor preocupación de la UIA radica en que ya la entidad viene pidiendo una mejora de competitividad, ante la decisión del Gobierno de abrir la economía. “Nivelar la cancha antes de abrirnos al mundo”, como se los escucha decir últimamente a los industriales. Sucede que a la liberación de las importaciones, la quita del impuesto PAIS (la semana próxima caduca el 7,5% que todavía quedaba del tributo), la demanda que reacciona floja y los costos elevados en logística, impuestos y trabajo, ahora se le suma un factor externo como es la devaluación del real brasileño, que acumula 24% en lo que va del 2024.
“Los temas fueron planteados. También fueron tomados por el ministro Luis Caputo en varias declaraciones, cuando habló de que no se iba a abrir la economía sin equilibrar la cancha. Pero todo eso es un proceso. Obviamente, la macro había que privilegiarla, pero detrás de eso vienen todos los temas”, dijo el directivo industrial. Y agregó: “El tema no es el dólar -en referencia a los vaivenes de las últimas semanas-, sino la competitividad sistémica”.
Sobre el impacto de la devaluación de Brasil en la Argentina, el director de la consultora Abeceb y exministro de Producción, Dante Sica, señaló a este medio que “en general, el volumen de comercio entre la Argentina y Brasil reacciona más por cambios en la demanda, por cambios en el ingreso, por la evolución del producto bruto, que por la variación del tipo de cambio”. De todos modos, remarcó que en el corto plazo habrá impacto en el turismo y en sectores que son tradicionalmente de “mucha variabilidad, tanto para las importaciones de Brasil como las exportaciones de la Argentina”, dijo Sica.
“Lo que es claro es que en el corto plazo seguramente vamos a tener una afectación sobre el turismo. en especial; en todas aquellas zonas donde compite con destinos como son las playas quizás se vea un poco más afectado, no tanto el resto de los destinos. Y, por otro lado, seguramente el año que viene, durante la primera parte del año, veremos un poco más de entrada en sectores que son tradicionales de mucha variabilidad, como puede ser en el caso de alimentos de pollo, embutidos como el caso de la paleta de cerdo, seguramente el textil puede moverse un poco más, el calzado, en especial en el segmento medio”, consideró el economista. En el resto de los sectores, según Sica, la afectación tendrá más que ver con una menor tasa de rentabilidad que un volumen más bajo de exportaciones.
En el caso automotriz, específicamente, no se prevé un impacto importante debido al modelo de especialización que adoptaron las terminales, presentes en ambos países. El economista de Abeceb experto en el tema, Andrés Civetta, planteó que no están avizorando un impacto negativo en las exportaciones automotrices argentinas porque son en su mayor parte pick ups, que se fabrican principalmente en el país. “Dos tercios de la exportación de autos a Brasil son camionetas, y el vecino país no tiene mucha producción de pick ups, por lo que difícilmente puedan reemplazarlo”, explicó el analista, quien, sin embargo, reconoció el encarecimiento que se produce con la devaluación de la moneda brasileña. Podría verse más afectado es el segmento de autos, pero “tampoco son reemplazos que se hacen de un día para el otro. Brasil ya venía devaluando su moneda desde principios de año”.
Lo mismo manifestó en torno al sector autopartista. Cuando un proveedor realiza la inversión y se lo homologa para determinado vehículo, es un proceso largo y difícilmente se modifica producto de los vaivenes cambiarios entre ambos países, dijo Civetta.
Fuente: Infobae