La sequía que puso en jaque a la cosecha fina sobre el cierre del año amenaza también con afectar al cultivo de exportación más importante del sector agropecuario argentino y del que depende el Banco Central para intentar mantener un nivel aceptable de reservas internacionales a lo largo de 2023. La falta de agua ya afecta a la soja en la región núcleo y en el sector advierten que es “la siembra más trabada e incierta de los últimos 12 años”.
El director de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, Rubén Walter, explicó a Veo Noticias que "la Niña está pasando sus efectos y ya hemos comentado la disminución en la cosecha de trigo no sólo en la región centro-norte de la Provincia, sino ya en las distintas provincias de la Argentina. En el caso del maíz también había una intención de siembra y fue regulada por la ausencia de precipitaciones y humedad en la cámara de siembra.
Ahora, viendo este escenario sin precipitaciones, muy escasa disponibilidad de agua útil, no se ve movimiento de sembraduras y nos están manifestando que estamos ante una situación complicada".
La intención de siembra de soja en el centro-norte de la provincia era de alrededor de 1 millón de hectáreas, sin embargo, actualmente sólo hay un 12/13% del área sembrada. "El panorama viene muy complicado y está sujeto a futuras precipitaciones y a que se cumplan los pronósticos respecto a lluvias", dijo Walter, quien además explicó que el período óptimo para la siembra es de 20, 30 días y ya pasaron 10, por lo que se espera que llueva y los productores puedan sembrar la mayor cantidad de hectáreas posibles en el tiempo que resta.
Fuente: Infobae/ Veo Noticias